Recuperadas seis viviendas del castro de Borneiro, en Cabana

Cristina Viu Gomila
Cristina Viu CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO

Adro Arqueoloxía

Patrimonio y el Concello financiaron el mantenimiento de este espacio, tareas ejecturadas por Adro Arqueoloxía

21 ene 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

La costumbre de subir a los muros de las viviendas del castro A Cidá de Borneiro y el hecho de la consolidación de algunas de ellas dataran de 1933, cuando se efectuaron las primeras excavaciones, ha hecho que Patrimonio y el Concello de Cabana decidieran intervenir para recuperar los muros que se encontraban en peor estado. Las labores encargadas a Adro Arqueoloxía se han centrado en seis construcciones cuyas paredes se estaban desmoronando. «Un dos problemas é que as paredes están feitas de pedra seca de pequeno tamaño», explica el arqueólogo Lino Gorgoso. A esto se añade que en los trabajos que dirigió Sebastián González se empleó lo que se conoce como tepe, que es una especie de cepellón de tierra, no tan resistente como los materiales actuales. Además, A Cidá está en medio de uno de los tramos del Camiño dos Faros, lo que hace que esté muy transitado y aumenta la presión que se ejerce sobre el yacimiento.

De las seis viviendas había una que se encontraba en muy malas condiciones, con el muro vencido, por lo que incluso fue necesario utilizar el gato neumático para poder enderezar la pared y aplicarle el material necesario para que resista unos cuantos años más, incluso si los visitantes pasan por encima de las paredes.

Bastante a menudo se realizan labores de limpieza de maleza en el castro, pero en las seis viviendas que mantenían el material de consolidación más antiguo las rozas no servían para eliminar por completo algunas plantas, sobre todo el tojo, que llegó a crecer hacia dentro poniendo en aprietos el buen estado de los muros. Así, en algunas de las chozas circulares fue necesario proceder a desmontar la pared para eliminar la maleza que se había quedado en el interior. Esa es una de las razones por lo que los trabajos se demoraron durante dos meses. Otro de los motivos de la tardanza es que hubo que parar una semana debido a que las intensas lluvias impedían que fraguara el material elegido para la consolidación.

Adro Arqueoloxía

Además de la recuperación de las seis viviendas, los técnicos procedieron a mejorar el acceso de la parte de arriba, pensado para ver la croa desde lo alto y destinado especialmente a las personas con problemas de movilidad. Además de arreglar el mirador de madera realizaron una plataforma de césped en pendiente para facilitar el paso de las personas. De todos modos, el acceso principal es que el se habilitó en a campaña del 2007.

En detalle

1933. Sebastián González García-Paz. En las excavaciones que se realizaron en 1933 colaboraron Xaquín Lorenzo y Salvador Parga Pondal. Precisamente de esa época data la consolidación de las viviendas que se han tenido que reforzar.

1968. Jorge Juan Eiroa. El catedrático laxense, que tenía plaza de titular en la Universidad de Murcia desde 1983, trabajó en el castro a finales de los años 60

1983. Ana Romero Masiá. La arqueóloga fue la que realizó el trabajo más importante al sacar a la luz toda la croa, tal y como se la conoce desde mediados de los años 80.

2007. Fidel Méndez. La última de las campañas de excavación en el yacimiento cabanés se centró en la zona de extramuros y abrió el acceso principal del castro, que es por la zona baja. Los trabajos incluyeron descubrimientos importantes, como una sauna.