José Antonio Porteiro: «O son ten que estar a gusto de todos, os músicos, o público e os técnicos»

Santiago Garrido Rial
s. g. rial CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO

ANA GARCÍA

Personas con historia | Lleva más de 35 años dando altavoz, y también luz, a infinidad de acontecimientos en toda la Costa da Morte. La pandemia silenció un trabajo que ya se recupera

13 ene 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

José Antonio Porteiro lleva mucho más de media vida dedicado al sonido. También a la iluminación, pero dar voz a acontecimientos, conciertos, escenificaciones, actos públicos y todo tipo de eventos es lo que ha marcado su larga trayectoria profesional, más de 35 de sus 61 años. Un trabajo que es mejor que pase desapercibido en el buen sentido: no es bueno que el público se gire hacia la mesa de sonido cuando se escucha mal o se acopla. Si todo funciona correctamente, entonces es que la cosa marcha bien. Eso sí, durante todo el tiempo el trabajo es pura tensión, alerta, para que nada falle: «O son ten que estar a gusto de todos: os músicos, o público e os técnicos», resume. Y da igual el tipo de auditorio, dentro o fuera, para veinte personas o para dos mil: no valen los fallos.

José Antonio Porteiro, que tiene la empresa Son Press, ha creado una escuela que ahora sigue su hijo. Y ha pasado por muchas etapas. Nada es como cuando empezó. «O gran cambio foi pasar do analóxico ao dixital, que tiñas 40 canles, ecualizadores... Agora, cunha mesa dixital podes controlar todo», señala. Este carballés de Oza llegó a este mundo de los audiovisuales y la instalación de telecomunicaciones tras estudiar electrónica, colocando altavoces pequeños en actos pequeños, ampliando el tamaño y también el radio de actuación, cada vez en más concellos. Suma ya mucho tiempo trabajando en numerosos municipios de la Costa da Morte y del resto de Galicia. Y en todo tipo de lugares: de colegios o institutos a polideportivos, de plazas a grandes y pequeños auditorios...

En el Pazo da Cultura está con frecuencia. Los mundos evolucionan y además de megafonías también se colocan pantallas interactivas. El cliente manda: si hay que colocar buen sonido en una iglesia, se hace, y si le piden para una casa particular por un melómano exigente, lo mismo. En medio, un sinfín de posibilidades que se han ido abriendo paso desde aquellos inicios en los que no solo José Antonio Porteiro empezaba a trabajar en esto, sino que las Administraciones públicas empezaban a confiar en gente como él para amplificar actos con calidad tras años de bastante silencio cultural, música aparte.

Claro que todo obliga a estar activo cuando otros descansan. «Si, traballamos cando outros libran. Neste Nadal tivemos que traballar en Noiteboa, o 25, o seguinte, todos os sábados e domingos... Son moitas horas, ademais. Eu ata agora sempre o levei ben, pero xa empezo a notar o tema de librar eses días», reconoce.

El relevo

Su hijo mayor está también con la empresa, más curtido en ella desde hace tiempo, y el más pequeño, de 19 años y que estudia en Vigo, ya hace sus pinitos, de una manera además académicamente muy diferente por la formación, pero igualmente le gusta. «Eu sempre lle dicía que collese outra profesión, que esta é moi sacrificada», afirma.

Muy sacrificada y muy exigente. Operan en actos muy diferentes y con productoras también distintas con sus necesidades de sonido e iluminación. No se puede fallar. Si alguna vez no se oye, peligro. «O de que non se escoite lévase fatal. Se algunha vez falla un micro hai que cambialo ao momento. Temos que estar alerta sempre, dende que empeza a función ata que remata. Hai tensión, claro. E se marcha a corrente, pois darlle unha solución», y ya está, dice.

No es solo él, son un equipo y preparado. «Xente boa, pero tamén un equipo bo, tes que andar con marcas de primeiro nivel, que ademais xa chas piden, o produto ten que responder».

«O covid afectounos moito a todos, pero este ano parece que vai ser bastante bo»

El covid paró la música. Y el teatro, y los festivales, y los actos públicos. En realidad, paró el mundo. «O 2020 foi fatal, moi mal, non había nada. De ter todo reservado ata fin de ano pasamos a non ter nada», recuerda. Su sector estuvo muy perjudicado. «O covid afectounos moito a todos, pero este ano polo menos parece que vai ser bastante bo», asegura. La vuelta a las actividades fue progresiva, y con todas las medidas. En numerosos casos, con limpieza constante de cada micrófono utilizado, algo que se puede solventar con el uso del micro diadema, el que se coloca en la cabeza para uso individual. Pero al menos hay muchas fechas ya cerradas y reservadas, con algunos de los actos que tienen que ver con el Xacobeo, y en buena medida, en concellos de la Costa da Morte.

Y, en numerosos casos, con artistas muy conocidos y reconocidos. «Levámonos moi ben, xa son moitos anos e pasamos moitas horas xuntos», asegura. Más que un nombre, son bastantes, pero es fácil darse cuenta de ellos al pensar en los más célebres monologuistas y actores gallegos, por ejemplo, a los que dedica excelentes palabras. Y también con las mejores compañías de teatro, en las que el trabajo es muy intenso, de un sitio para otro. «A obra que ven os espectadores dura dúas horas ou hora e media, pero o traballo de preparación, a montaxe, pode levarnos oito ou dez», asegura Porteiro. Son esos (y otros) pequeños detalles que suelen escaparse de las luces de la fama, a pesar de que la iluminación sea cosa de los técnicos, no solo el sonido. Por citar algunas de las muchas obras de éxito con las que trabajan o han trabajado, la de Fariña.