Carlota Valenzuela: «La acogida hizo que el inicio de este viaje fuese muy amable»

Marta López CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO

BASILIO BELLO

Esta granadina arrancó el 2 de enero desde Fisterra el peregrinaje más largo de su vida: 6.000 kilómetros a pie hasta Jerusalén

13 ene 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Once días de peregrinaje lleva ya la granadina Carlota Valenzuela, que salió el día 2 del faro de Fisterra para emprender un larguísimo viaje que la llevará a recorrer 6.000 kilómetros a pie hasta su destino final: Jerusalén.

Las primeras etapas, comentó ayer, fueron «fenomenales» y estuvieron marcadas por la «acogida» y el «cariño» que sintió por parte de la población local: «Fueron todos súper acogedores, lo que ayudó a que el inicio de este camino tan largo fuese muy amable», comentó ayer mientras se dirigía hacia Baamonde, en la provincia de Lugo.

Como comentó en su día a La Voz, su idea era salir del final para llegar al principio, por eso eligió Fisterra como su punto de partida. Poco después del arranque de esta aventura se acercó a la iglesia de Santa María da Xunqueira, en Cee, recibió la bendición de Desiré Kouakou y conoció los planes que tiene la parroquia para el próximo año jubilar.

También destaca Carlota su paso por el monasterio de Sobrado dos Monxes, en donde la acogieron «con gran amabilidad. Disfruté muchísimo tanto la visita al monasterio, que es espectacular, como el poder unirme a sus rezos. Me gustaría, en este camino, quedarme en más iglesias y conventos, aunque comprendo que por la situación sanitaria no siempre es fácil», cuenta.

Ella misma se confiesa «asustada» por la posibilidad de contagiarse de covid-19, ya que eso la obligaría a paralizar su viaje por al menos una semana. «También percibo esa incertidumbre en los albergues en los que me estoy quedando. Me cuentan que siguen con mucha preocupación todo esto y que les afectan mucho los constantes cambios en la normativa».

Esta granadina, que por ahora se ha encontrado con «poquísimos peregrinos» en su camino, planea entrar en Asturias tras este fin de semana, y en Francia, a finales de febrero. «Como no tengo prisa, voy despacito», confiesa. Su plan es caminar durante todo el año y llegar a Israel a principios de diciembre.