Acabo de ver en televisión que sindicatos y patronal han llegado a un acuerdo en lo concerniente a la reforma laboral, reforma que estuvo rigiendo desde Mariano Rajoy hasta nuestros días, sin consenso alguno y que había sido promulgada aprovechando la mayoría del Partido Popular.
No vamos a entrar en si el acuerdo ha sido una solución que beneficia a los interlocutores, pero sí vamos a hacer un análisis de la oposición que tenemos y que tanto critica, la mayoría de las veces sin razón, al Gobierno del señor Pedro Sánchez.
Nada más conocerse el veredicto, a lo mejor sin leerlo todavía, un portavoz del PP salió diciendo que ellos estaban en contra del acuerdo porque ello iba a traer más paro del que había. Que no beneficiaba a los trabajadores, caso insólito, al advertir que ahora son ellos, los del Partido Popular, los que se declaran defensores de los derechos de los trabajadores. Y ahora uno reflexiona: si hoy tenemos tres millones de personas en paro pero asistidos de una forma u otra para que no les falte asistencia; en la crisis anterior, resuelta por el PP de Rajoy, la situación la pagaron las clases más desfavorecidas. Recordad el «austericidio» y que se ayudó con grandes cantidades de dinero —que aún no ha pagado— a la banca.
Alcanzar el poder
Ya sabemos desde hace muchos años que la derecha, con el ánimo de engañar a los ciudadanos, se presenta como los defensores de la clase trabajadores.
A veces les da votos, porque siempre hay algún timorato que cae en la red y las cree, pero a los que tenemos muchos años ya no nos engañan. Estamos más que cocidos y sabemos de qué artimañas se valen para conseguir votos que les lleven al poder, que al fin y al cabo es lo que la derecha persigue.
Por si algún ciudadano lo ignora, nos interesa recordar que el general Franco dio el sangriento golpe de Estado para defender a la República. Miren en qué resultó después. Gracias.
Gabriel Pérez Suárez. Carballo.