La maquinaria agrícola aterrizó en el CPI Alcalde Xosé Pichel para explicar la plantación de la patata

Melissa Rodríguez
Melissa Rodriguez CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO

ANA GARCIA

La iniciativa se desarrolló dentro del programa de Voz Natura

08 dic 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

El CPI Alcalde Xosé Pichel de Coristanco continúa desarrollando el proyecto de Voz Natura que, este curso, versa sobre la patata, producto identitario de la localidad. Todo el alumnado de educación infantil y primaria aprendió ayer de la mano de voces experimentadas el proceso de cultivo y recogida de este tubérculo. La actividad fue toda una sorpresa para los niños, pues nada más llegar al colegio se encontraron con un despliegue de máquinas de gran tamaño que se utilizan en estas tareas.

Los profesores se encargaron de armar un juego para que el aprendizaje fuese más divertido. El hilo conductor fue la historia de Doña Filomena y sus jornaleros. Según explica el director del centro, Carlos Fernández, a la protagonista del cuento le faltan las llaves de su baúl y sospecha que fueron sus trabajadores los que se las robaron. Empieza así una ronda de conversaciones con cada uno de ellos.

Varios padres y madres facilitaron la maquinaria agrícola y colaboraron con sus conocimientos en la iniciativa. En cada aparato (había de todo: sementadora, sulfatadora, abonadora, arado...), se les daban unas pistas que, en realidad, explicaban para qué sirve cada artefacto, y tenían que realizar varios retos, estando todos ellos relacionados con la patata. Algunos de ellos consistieron en hacer un pareado con la palabra del tubérculo, formar el término sulfatadora con patatas o tener que pesar dos kilos justos de este producto.

«Aprenderon moitísimo, eles e nós; foi un día fantástico», describió Fernández, que tuvo palabras de agradecimiento para la coordinadora de Voz Natura, María Dolores Castro; toda la comunidad educativa y los progenitores Yolanda, Mónica Pardiñas y Juan Ramón Sanjurjo, que participaron muy activamente.

Como recompensa por encontrar las llaves, los estudiantes recibieron una bolsa de patatas cada uno que les hizo mucha ilusión.

«Algúns rapaces están acostumados a ver estas máquinas, outros non, pero ningún deles coñece a súa finalidade exacta», explicó el director.

Su proyecto va viento en popa, pues ya son varias las actividades que llevan realizadas.

Promueve el programa de educación medioambiental la Fundación Santiago Rey Fernández-Latorre.