Un sector con trayectoria familiar en la Costa da Morte: Espasandín o Cerdeiro

Marta López CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO

ANA GARCÍA

ESPECIAL CALEFACCIÓN Y EFICIENCIA ENERGÉTICA | Espasandín Fontanería o Cristalería Carballera son referencias en este ámbito

20 nov 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

José Espasandín trabaja en el sector de la fontanería y la calefacción desde hace más de 40 años, 35 de ellos como autónomo. Desde Baio dirige Espasandín Fontanería y Calefacción junto con su mujer, Teresa Soneira, y varios empleados, con los que trabaja sobre todo por los municipios de Soneira y Bergantiños.

Calefacción, fontanería, gas, bombas de calor, sistemas de renovación de aire, biomasa, riegos e instalación de placas solares son los servicios que ofrecen, aunque no todos son igual de demandados. Atestigua Espasandín que en las zonas rurales tienen mucha salida las cocinas y calderas de leña, porque el acceso a estos combustibles es fácil y porque las viviendas suelen ser antiguas y estar mal aisladas. Y es el aislamiento, dice el empresario, «a mellor calefacción que pode haber».

En 2016 vaticinaba en este medio que la aerotermia estaba siendo «unha revolución» y que pronto desplazaría a otros sistemas. Pues bien, cinco años después, prácticamente es lo único que instala: «Poño máis bombas de calor que o resto de métodos todos xuntos», confiesa. «O dos pellets empezou con moito brío, pero non termina de callar para montaxes grandes», concluye.

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La veteranía de José Cerdeiro al frente de Cristalería Carballesa tiene relevo asegurado

José Cerdeiro Castro es uno de los socios fundadores del polígono industrial de Bértoa y lleva cerca de medio siglo vinculado a la Cristalería Carballesa, desde poco después de ser creada. Aunque la compañía empezó operando desde el casco urbano, hace «uns 18 ou 20 anos» se trasladaron al parque empresarial, desde donde desarrollan lo grueso de su actividad. Puntera en la fabricación de vidrio y en la instalación de cristales de aislamiento térmico, la firma trabaja con miras a la comunidad gallega —su principal nicho de mercado— pero también al resto de la península.

Desde que se sumó a la Cristalería Carballesa, en 1973, José ha sido testigo del crecimiento de la compañía y de la profunda renovación que ha ido sufriendo el sector, cada vez más mecanizado y autónomo. Multitud de máquinas pueblan su nave en Bértoa, en donde trabajan cerca de una decena de empleados que son, dice, como de la familia.

Y será la familia, precisamente, la que tome las riendas del negocio cuando él se retire. José, que sobrepasa ampliamente los 60, tiene ganas de retirarse y sabe que dejará en buenas manos la empresa a la que ha dedicado su vida. Juan, David, Rubén y Lorena, sus cuatro hijos, encarnan la segunda generación de la cristalería y se quedarán al frente cuando él se jubile.