El despertar goleador de Martín Lamelas prolonga la racha del Bergantiños

Pablo Varela Varela
pablo varela CARBALLO / LA VOZ

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Lamelas, en el centro de la imagen, en un duelo contra el Arenteiro
Lamelas, en el centro de la imagen, en un duelo contra el Arenteiro BASILIO BELLO

Los dos últimos tantos del extremo ourensano han reportado cuatro puntos a los carballeses

13 nov 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Ya son nueve jornadas consecutivas sin hincar la rodilla para el Bergantiños, que en las dos últimas se agarró al acierto de Martín Lamelas (Ourense, 1993) para sumar cuatro puntos ante Arenteiro y Marino de Luanco. El centrocampista del conjunto carballés, que suma dos dianas, expone la realidad de un conjunto donde la aportación de los hombres de segunda línea está siendo clave en la buena racha reciente. «A los de arriba, el hecho de marcar nos refuerza anímicamente, pero lo importante siempre es sumar de tres en tres. El míster está rotando mucho y todos estamos enchufados. Y, por circunstancias del juego, estamos viendo cómo participan del gol unos y otros», expone.

La historia de Lamelas, al que ubicaban como delantero en sus inicios, remite a la perseverancia. Alternó con el fútbol sala cuando no había dado el salto al once contra once, momento en el que lo escoraron al sector izquierdo del ataque. Se formó en el Pabellón, un club de base ilustre en la ciudad de As Burgas, y continuó su andadura en el antiguo Ponte Ourense —ahora Ourense CF—. No fue sencillo para él abrirse camino, porque en su camino se cruzaron las lesiones. Al comenzar su etapa como juvenil, una osteomielitis —una infección ósea causada por bacterias u otros gérmenes— frenó su trayectoria y lo llevó a estar ocho meses conviviendo con unas muletas. «Pensaba que no iba a volver a jugar al fútbol», cuenta. Pero la superó y ganó velocidad de crucero tras su paso por el Barbadás, donde conoció otras posiciones en el centro del campo antes de ser reclutado nuevamente por el Ourense CF, que buscaba el ascenso a Tercera División.

Fue tras ese año, con la consecución del objetivo, cuando se ganó una pretemporada con el Coruxo, que por aquel entonces militaba en Segunda B y guarda buenas relaciones con el conjunto ourensano. «Buscaban un delantero, pero yo había terminado mi etapa sub-23 y esas fichas ya las tenían cubiertas», recuerda. Así que, de regreso a orillas del Miño, se salió esa temporada con ocho tantos, cifra que repitió el curso anterior con el Bergan, en su primer año con los carballeses.

«Sí que tienes esa ilusión por llegar a la decena de goles, pero nunca hubo una temporada en la eso me obsesionase. Prefiero que se me identifique por otras cosas», afirma Lamelas. En Carballo, por su capacidad de recorrido y las variantes de sistema que maneja José Luis Lemos, al centrocampista ourensano le ha tocado ejercer de carrilero izquierdo, lateral en algún momento puntual por la lesión de algún compañero y también de extremo, su posición natural. «Nos adaptamos a los que nos pida el míster en base a las necesidades que haya. El día que jugamos contra el Palencia Cristo Atlético, por ejemplo, Yelco y yo comenzamos como carrileros porque el juego demandaba una serie de cosas. Lo que quieres es aportar en la faceta que te toque», dice.

ANA GARCÍA

El tanteo de la categoría

El Bergantiños solo ha perdido un partido desde que inició el curso. Fue en la primera jornada, ante el Langreo y fuera de casa. Con el paso de las semanas, el equipo se ha ido encontrando mejor y, aunque el fútbol siempre es imprevisible, las sensaciones de la plantilla es que no están lejos de nadie a la hora de pelear por las victorias. «Es cierto que al llegar a una categoría nueva lo haces con respeto a la hora de proponer. Hay auténticos equipazos, pero a medida que te enfrentas a todos te das cuenta de que puedes competirles, tanto por calidad individual como en general, por conjunto. Hay que seguir, con hambre, esfuerzo y sacrificio», determina Lamelas.