22 oct 2021 . Actualizado a las 05:00 h.
Durante los años de la burbuja inmobiliaria, los jóvenes dejaban los estudios para sumarse a la fiebre constructora. Hacían horas a destajo, dormían poco y se embolsaban importantes cantidades de dinero para comprar coches de lujo. Ahora, sucede al revés. No hay gente joven suficientemente formada para acometer profesiones especializadas de la construcción. Pasa con otros sectores. Hay muchos empresarios que tienen que encargarse de la formación de su propio personal porque los planes de educación reglada no incluyen los ciclos adecuados. La adecuación de los planes de estudios al mercado laboral es la gran asignatura pendiente.