Desde el año 2000 se registraron en la Costa da Morte 45 movimientos sísmicos

Antonio Longueira Vidal
Toni Longueira CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO

MARCOS RODRÍGUEZ

En la mayoría de los casos fueron casi imperceptibles para los vecinos de la comarca, con entre 1,5 y 3,5 grados en la escala de Richter

27 sep 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

El leve seísmo registrado sobre las seis y cuarto de la tarde de este viernes en el mar, con epicentro localizado a tres kilómetros de profundidad y a unos 21 en distancia lineal de Punta Nariga, apenas se dejó sentir en Malpica, Cabana o Ponteceso gracias a su escaso potencial, de 2,5 grados en la Escala de Richter. Se da la circunstancia de que a mediados de octubre del pasado año se produjo uno al noroeste del Cabo Santo Hadrián de Malpica. En concreto, a 43,7 kilómetros de la costa y tuvo magnitud 3 en la Escala de Richter.

Ahora bien, con todo lo que está sucediendo en La Palma en esta última semana, ¿es posible que se produzca un aumento de la actividad sísmica en la Costa da Morte? ¿O es simplemente un hecho anecdótico?

Con el de este pasado viernes son ya 45 movimientos sísmicos -sin sumar las posteriores réplicas- los contabilizados en la Costa da Morte desde el año 2000. Fueron numerosas las localidades afectadas, con epicentros en Cabana, Malpica, Ponteceso, Camelle, Lires, Coristanco, Carballo, Vimianzo, Zas, Laxe, Fisterra, Camariñas y en las proximidades de todo el litoral de la comarca, como el registrado en la noche del 3 de junio en Tordoia, que se dejó sentir en buena parte de los concellos limítrofes. O incluso en el mar, a 37 kilómetros de Malpica (24 de marzo del 2018). Eso sí, por suerte, con magnitudes muy tenues y casi imperceptibles para los vecinos, con horquillas que oscilan entre los 1,5 y los 3,5 grados.

Temblores

Bergantiños no es precisamente el punto geológicamente hablando con mayor cifra de seísmos. La mayor parte de los temblores se registraron en la comarca de Soneira. Entre diciembre del 2013 y enero del 2014 se contabilizaron entre Vimianzo y Camariñas diez terremotos de pequeña intensidad, algo que los expertos achacan a la existencia de una fractura geográfica en la zona. En la de Bergantiños el episodio que provocó una mayor alarma social (que no en daños) fue el ocurrido el 13 de julio del año 2000 cuando doce seísmos, con réplicas de entre 3,1 y 3,5 se dejaron sentir en aquella jornada (sobre todo entre las 14.30 y 18.00 horas) en Coristanco, Carballo, Malpica, Vimianzo... El epicentro fue localizado, según el Instituto Geográfico Nacional, en el término municipal de Coristanco.

Aunque el que más susto causó entre los residentes de la Costa da Morte no tuvo su epicentro en la comarca, sino a 180 kilómetros de Carballo. En concreto, en Triacastela, en el conocido como el triángulo sísmico de la comunidad gallega, junto con Sarria y Becerreá. El temblor se produjo sobre las dos menos diez de la madrugada del 17 de mayo de 1997 y alcanzó los 5,1 grados en la Escala de Richter. Los efectos de la fuerte sacudida se dejaron sentir en toda Galicia y en la parte occidental de Castilla y León, aunque en aquella ocasión no hubo que lamentar daños, salvo, eso sí, un buen susto entre los vecinos de la Costa da Morte.

Por su parte, el geólogo Juan Ramón Vidal Romaní, catedrático emérito de la Universidade de A Coruña, analizó recientemente para La Voz los pormenores de la actividad sísmica en la Costa da Morte: «En Carballo hay tres fallas activas y recientes desde el punto de vista geológico. Una que termina en Baldaio, otra que transcurre cerca de la carretera de Santiago junto a una antigua cantera [Santa Lucía] y una tercera que cruza el casco urbano, donde las famosas termas. En todo caso, no hay que preocuparse porque no son muy complicadas. Es decir, no son perturbaciones como las que dieron lugar, por ejemplo, a la Cordillera Cantábrica».

Vidal Romaní también aprovechó para hablar de otros puntos geográficamente interesantes: «La antigua mina de carbón de Meirama es el resultado de la acumulación de sedimentos en una falla, también muy activa y muy reciente, que desembocó en la creación de lo que hoy conocemos por Monte Xalo y el valle en el que ahora se asienta el lago de As Encrobas». Vidal Romaní indicó que si en su día se llamó la mina de Meirama es porque la falla que la atravesaba se le llamó así, aunque evidentemente, tanto la mina como el ahora lago se encuentran en la parroquia de As Encrobas.