El Semescom rodó por la huella románica de Castilla y León

Patricia Blanco
patricia blanco CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO

Foto de familia ante el Monasterio de Yuso
Foto de familia ante el Monasterio de Yuso EMILIO ROCA

Una treintena de personas tomaron parte en la ya consolidada expedición veraniega de esta entidad

18 sep 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Volvieron a moverse las aulas rodantes del Seminario de Estudos Comarcais da Costa da Morte (Semescom). El verano es un tiempo bien válido para formarse, para seguir ampliando conocimientos, y así lo hicieron los participantes en el viaje que, en la segunda quincena de agosto, tuvo en esta ocasión como objetivo primordial conocer las iglesias románicas del rural, y no tan del rural, de la comunidad de Castilla y León. El itinerario, no obstante, incluyó muchas otras interesantes paradas, internándose además en territorios cántabros o riojanos, con un recorrido diseñado por Chus Barbeira en el que hasta se preveían alternativas en caso de que los accesos en bus fuesen complicados, como así pasó en algunos lugares. Ello les permitió, por ejemplo, conocer puntos tan reseñables como Enciso, sus ignitas (huellas de dinosaurios del cretácico) y también su Centro Paleontolóxico de Interpretación, una fuente de saber que uno de los viajeros, Chou, completó además con su explicación.

Partieron de Vimianzo 29 personas, sumándole el conductor del autobús. Detalla Xosé María Lema, presidente del Semescom, que viajaron «folgadamente», en un vehículo con capacidad para 59. Quizás el covid mermó algo las inscripciones en el viaje de este año, pero también puede ser que el destino, al ser bastante cercano, fuese ya conocido por muchos. En cualquier caso, volvieron cargados de experiencias y de admiración por paradas como la de monasterio de San Salvador de Oña o la villa romana de La Olmeda, así por la conservación y cuidado de la mayoría de las iglesias románicas que vieron, detalladamente señalizadas. «Iso é algo que nos debería servir de exemplo aquí, incluso para os Concellos. Os de alí sinalizan cada templo xunto a eles, informando do seu contido, algo así como o que fixera no seu mandato Antelo en Vimianzo, pero en León dun xeito máis ampliado», sopesa Xosé María.

«Tanto en Castela como en León mírase máis polo patrimonio e polo urbanismo. Non se consenten aberracións, e xa non só en vilas históricas, senón tamén no rural. Valoran máis a súa historia, fan monumentos aos seus reis... e hainos de Castela e León que tamén o foron de Galicia, pero esa parte ignórase bastante, algo que tamén en parte é culpa nosa», incide Lema. Buena parte de las visitas a templos y monumentos, y más siendo con guía, fueron previo abono de una entrada, otra diferencia con respecto a la comarca. Bien está ese coste, valora el presidente del Semescom, si es para que revierta en el cuidado y mantenimiento de los espacios.

Parada en  San Pedro de Cervatos
Parada en San Pedro de Cervatos EMILIO ROCA

¿Por qué se llaman aulas rodantes o móviles? A estos viajes del Semescom acuden especialistas en muchas áreas y se aprovechan los viajes en bus para ir hablando, vía micrófono, de distintas cuestiones. En este caso, entre otras cosas, de geografía, biología o historia. Además de Chou sobre las ignitas, también habló Xela Cid, o Esperanza Mariño, con respecto a las Glosas Emilianenses de San Millán de la Cogolla. El propio Lema, de su autoría, aportó las Datas históricas importantes dos antigos reinos de Galicia, León, Castela e Portugal, así como A figura de don Juan Antonio Posse. Fue un viaje a muchos niveles, incluso gastronómico, pues Emilio Roca, que además documentó con fotos la expedición, elaboró la guía Sabores de Castela (e algo máis).

Pincelas del recorrido

Primer día. De Vimianzo a Cabezón de la Sal, en tierras cántabras, con una visita a sus lugares de interés. También el bosque de secuoyas de Monte Cabezón. Entre lo más destacado de esta jornada, la colegiata de Santa María de Yermo. También la villa Los Corrales de Buelna, y Aguilar de Campoo (ya Castilla y León), que tiene un interesante monasterio, el de Santa María la Real.

Segundo. En territorio riojano, admiraron Ezcaray y su Real Fábrica de Tejidos. Para este día se reservaron asimismo monasterios históricos de San Millán de la Cogolla: el de Suso o el de Yuso, este último donde se encontraron las llamadas Glosas Emilianenses, primeras manifestaciones escritas en una especie de castellano y euskera. Esta velada remató en Logroño.

Tercero. Destacó en esta jornada la Ruta del Románico Palentino, con iglesias como la de Olleros de Pisuerga, Santa María de Mave o, entre otras, la de San Xoán Bautista en Moarves de Ojeda. Se pasó asimismo por la colegiata de San Salvador de Cantamuda o la ermita de Santa Cecilia, en Vallespinoso de Aguilar, así como la iglesia de Santa Cecilia de Aguilar de Campoo.

Cuarto. Además del nacimiento del río Ebro, en Reinosa, admiraron los participantes la colegiata de San Pedro de Cervatos, una auténtica joya del románico, con una construcción remontada a inicios del siglo XII. Fue en este segundo día cuando se pudo visitar el monasterio de Santa María la Real en Aguilar de Campoo, pues la llegada del día anterior fue tarde.

Quinto. Entre montañas, entre Burgos y Soria, visitaron Enciso y sus ignitas, huellas fósiles de dinosaurios, evocando el cretácico, miles de millones de años atrás. Existe allí un Centro de Interpretación y fue esta parte la pieza clave del quinto día de viaje, que remataría en Soria, visitando sus monumentos e iglesias, otros nuevos ejemplos del estilo románico.

Sexto. Parada en el monasterio de Santo Domingo de Silos, con buena parte de sus dependencias cerradas por ser lunes. También visitaron La Yecla y su desfiladero, la villa medieval de Covarrubias, o Lerma, ya en Burgos, destacando su pazo y su plaza Ducal, una de las más grandes de España. A lo largo de su historia fue plaza de toros, mercado o corral de comedias.

Séptimo. En la provincia de Palencia, a los excursionistas les impactó y admiró la villa romana de La Olmeda. Durante esta jornada acudieron asimismo a la iglesia de San Martín de Frómista, la última gran joya del románico de este viaje de diez días, enclavada en pleno Camino de Santiago. Aprovecharon además para acercarse a la propia Palencia. Merece la pena.

Octavo. En la comarca de las Merindades de Burgos pudieron admirar la villa de Orbaneja del Castillo. También Puentedey u Oña, que conserva un monasterio, el de San Salvador, cuyo guía indicó que debía ser el segundo o tercer monumento más importante de Burgos. Inmenso, de grandes dimensiones, dice Lema: de una parte de él cuida la Diputación.

Noveno. La visita a Burgos quedó para esta jornada, al igual que Atapuerca, donde los participantes en este viaje del Semescom pudieron acercarse a todos esos años de excavaciones en procura de los orígenes de la humanidad. Allí pudieron tomar parte en una visita guiada, así como conocer el parque temático que acerca a los visitantes a la vida primitiva.

Parada en San Andrés del Rabanedo
Parada en San Andrés del Rabanedo

Décimo y día de regreso. La última jornada se empezó con una visita a León, a su catedral y colegiata de Santo Isidoro. A las afueras de esta ciudad está San Andrés del Rabanedo, donde fue párroco el cura laxense Juan Antonio Posse. Pararon además en Val de San Lorenzo, con su industria lanera, su museo textil y su batán. Allí dejaron nueva información sobre Mosquetín, como ya se había hecho años atrás.

La parada en el San Andrés del cural liberal Posse

En la última jornada del viaje, pararon brevemente los viajeros en San Andrés del Rabanedo (León), donde el cura liberal Juan Antonio Posse, nacido en Soesto, fue párroco de 1807 a 1854. Allí departieron con María Paloma Fernández, que prepara una obra sobre el sacerdote en esta localidad, y que recientemente visitó la Costa da Morte para conocer sus raíces. En San Andrés tiene Posse un centro cultural con su nombre, y también una calle.