Una «triste colleita» tras la limpieza del jardín-museo de Man de Camelle

Un total de «159 cabichas e filtros de cigarros tirados no chan e deixados nas concavidades da obra de Man, 9 máscaras do covid, 10 latas de bebidas, 23 botellas de plástico, 132 anacos de espuma de porexpan, 8 lentillas, 19 tapóns, 9 paus plásticos das bateas do mexillón, 108 anacos de plásticos dun só uso, 35 anacos de papel e cartón, 23 anacos de plástico ríxido, unha morea de cabos, cordas, anacos de nasas e redes, centos de anaquiños de lixo plástico miúdo e microplásticos, unha botella de vidro, unha nasa portuguesa, unha cadeira de ferro e madeira e ata un somier metálico» ha sido el resultado de la «triste colleita» hecha este pasado domingo en el entorno del jardín-museo de Man de Camelle. Un total de 21 voluntarios, adultos y niños, de la Asociación de Veciños de Camelle y del colectivo Mar de Fábula dieron «unha boa batida de limpeza» para «aliviar da suciedade e deterioro os restos do que foi unha espléndida ensoñación museística dun home absolutamente singular, ecoloxista radical, artista e intelectual».

Durante la primera hora se hizo una reflexión conjunta, una valoración de la situación actual, de los años pasados y de las promesas incumplidas de las Administraciones. También del «desleixo» de quienes consideran que este lugar es «arte efémera que hai que deixar morrer». Frente a eso, las entidades promotoras de esta iniciativa de limpieza, que de otro lado buscaba dignificar su memoria, apuntan que Man quería que su museo durara en el tiempo, un espacio único tocado, como se vio, por el «incivismo» de muchos.

De otro lado, apenas unas horas antes, el sábado, Mar de Fábula dio por clausurados los obradoiros infantiles que se venían desarrollando este verano en Camelle, los sábados, con el apoyo de la Deputación. Conciencia y creatividad a base de «lixo mariño» .

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