«Mi objetivo en obra pública es que se integre en el pueblo, que forme parte de él»

Patricia Blanco
Patricia blanco CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO

FRANCISCO MARTINEZ SOUTO

A VIVA VOZ | El artista malpicán Miguel Couto instalará en breve esculturas en Lugo, Ares y Porto do Son

30 jul 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Lugo, Ares y Porto do Son son núcleos que pronto albergarán obra pública del escultor malpicán Miguel Couto (1971). Asegura que la de Barbanza le hace especial ilusión, pues tiene su historia detrás. Presentó una maqueta a un concurso de ideas allá por el 2009, tiempo en el que «no solía firmar las obras». En el 2017 acudió a ver al regidor y este le trasladó, cuando él mencionó la autoría de la propuesta, que precisamente buscaban al escultor para hacerla realidad. Así fue. La pieza está hecha y lista para instalar, confía en que no más allá de septiembre. Bronce, por supuesto y, sin querer desvelar mucho más, avanza que será un homenaje a las gentes del mar.

Un total de 27 obras públicas, tres de ellas en Madrid, Barcelona y Múnich, tiene este creador que, dice, ha bebido de Brancusi y de su maestro, Buciños, «que me ha enseñado lo más importante de este oficio, además de ayudarme a montar mi propia fundición de bronce, un lujo al alcance de muy pocos». No es el artístico un mundo en el que resulte fácil sobrevivir, pero «al menos por ahora», Miguel cree que ha tenido suerte. «Tengo clientes bastante fieles, tanto en mi obra pública como privada, que me siguen y me apoyan», indica. Así sigue a pleno funcionamiento su fundición en Arteixo, a la que tiene adosada una sala en la que modela las grandes obras. A ello le suma un pequeño estudio en A Coruña, que es «donde salen las ideas iniciales». Desde el 2008 tiene un compañero de trabajo, Fran: «Funcionamos en perfecta harmonía». La parte de Miguel es la creación y el modelado y, la de Fran, la organización de la producción. Así, una vez que la pieza está modelada, aunque tenga que intervenir después en ciertas cuestiones, porque el proceso de creación artística no es corto, Couto ya está en disposición «de vaciarme y volver a buscar ideas de nuevo». Empezar otra vez.

En femenino

Si es un encargo de obra pública, el escultor procura tener siempre en cuenta el lugar dónde se va a instalar, el contexto y su deseo «de que no sea muy grande». A partir de esas premisas, dice, le da vueltas. Caminando surgen muchas ideas. «Mi mayor objetivo, en obra pública, es que la pieza se integre, que forme parte del pueblo, que sea suya, no ya mía. Sin pedestal, o con un pedestal muy pequeño, que la gente la pueda tocar, rodear... La escultura de la ballena de Malpica la hice pensando en un bocoy, en los que antiguamente la gente se apoyaba para charlar. Cuando voy allí y veo a los marineros, a los niños, a los mayores, rodeándola, me encanta. No me gusta ser ególatra en el sentido de colocar mi obra a cinco metros de altura», valora.

Couto, junto a su ballena en Malpica
Couto, junto a su ballena en Malpica José Manuel Casal

En cuestión de obra personal, el proceso es más complejo: las ideas brotan de lecturas, de cuestiones y vivencias personales, caso de la serie En femenino a la que se viene dedicando en los últimos tiempos, centrada en el espíritu de la mujer. Una de estas obras, En femenino I, después de integrar la exposición temporal, acaba de ser seleccionada para la colección permanente de arte del Parlamento de Galicia. Además, en breve enviará otra de gran formato a Múnich, para un coleccionista privado, un paisajista. Durante muchos años, dice Couto, se centró en la figura masculina, así que cree que ahora le toca el turno a la mujer.

Obra En Femenino V.
Obra En Femenino V.

A través de ella aborda la amistad, la unión, la amabilidad, la comunicación, los abrazos, la comprensión, la sensualidad o la sexualidad. «Tengo la sensación de que voy a quedarme aquí [en este espíritu de En femenino] mucho tiempo, me gusta cómo está quedando, cada vez profundizo más, y el público además coincide conmigo, así que estupendo». Matiza que, con esta serie, no está entre sus intereses hacer «una obra denuncia»: «Más bien trato de hacer una obra que me cure». Con esculturas diversas en la Costa da Morte, desde Cee a Coristanco, Miguel vuelve con frecuencia a su pueblo natal: «Vuelvo a Malpica porque no puedo evitar volver. Para tomar algo, comer o dar un paseo...». Alguna pieza ha tanteado, algún contacto ha mantenido con el regidor, pero en esta comarca, nada fijo por el momento, indica. La mirada más inminente, ahora mismo, está puesta en Porto do Son, y en esa obra que, tanto años después de haber salido de su maxín, será al fin realidad. La actualidad también pasa por Málaga, donde está exponiendo, después de haber pasado, asimismo, por la galería de arte José Lorenzo de A Coruña.