José Manuel López Canosa: «Se a Costa da Morte se xuntara, podería ter un equipo de fútbol de elite»

Melissa Rodríguez
melissa rodríguez CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO

BASILIO BELLO

Atletas do Atlántico | El exjugador y exentrenador fisterrán fue homenajeado por la Federación Galega debido a su extensa trayectoria

19 jul 2021 . Actualizado a las 18:56 h.

La Real Federación Galega de Fútbol homenajeó recientemente a los entrenadores pioneros de la Costa da Morte. José Manuel López Canosa (Fisterra, 1948) fue el gran protagonista con medio siglo de trayectoria en los banquillos de numerosos equipos.

Primero fue jugador siendo juvenil. «Cando estaba internado no colexio Hogar de Santa Margarita na Coruña, xa fora probar co Deportivo no campo de terra enfronte de Riazor», recuerda. A los 16 y durante tres años, fue voluntario del servicio militar. En ese período fue seleccionado para el equipo de fútbol de la escuela naval. Con 19 se casó en Cee y empezó a compaginar las tareas de jugador y entrenador en el club local. «Por aquel entón, aínda se podía facer iso», comenta.

Una familia futbolera

Del Cee se fue para su Fisterra, con el propósito de juntarse todos los fisterráns y aspirar a grandes objetivos. «Estivemos durante cinco anos competindo ata que se chegou a Terceira División nos anos 80», cuenta José Manuel, quien lleva la pasión por este deporte en la sangre. «Con toda a familia faciamos un equipo titular cun banco de suplentes», afirma.

Para empezar, en ese conjunto jugaban los cuatro hermanos: Juan, de lateral; Chucho, de delantero; Ángel, el más joven, y Juan, el mayor. Asimismo, tampoco faltaban primos hermanos, como Manín o Miculita. Ya los padres de todos ellos fueron futboleros y ahora, la tradición continúa: «O meu sobriño Aarón ten un fillo que cun ano, case non sabe andar e xa leva o balón diante dos pés», relata con orgullo.

«Ao principio gustábame xogar. Despois, estabamos todos de acordo con que eu fose o adestrador do equipo», explica. López Canosa era centrocampista para llevar la batuta del equipo tanto mentalmente como físicamente. Pero poco pudo disfrutar de la Tercera División por motivos laborales. Opositó para Caixa Galicia y logró una plaza en Santiago, a donde se tuvo que desplazar y donde a día de hoy, jubilado, sigue, aunque sin olvidarse de su querida Fisterra, lugar al que vuelve siempre que puede. Y es que lograron la permanencia en su año de debut.

Tiempo después regresó a los banquillos de la Costa da Morte. En este caso, en el Dumbría, para crear las categorías inferiores. «Buscábase ser a cabeza visible do deporte na comarca. O obxectivo era chegar a Terceira División, pero a crise económica do 2008 afectounos moito», expresa. Este experimentado técnico considera que «se a Costa da Morte se xuntara, podería ter un equipo de elite, porque individualmente temos moi bos xogadores, pero se tes un equipo competindo en Fisterra, outro en Corme e máis en Muxía… Habería que escoller o mellor e apostar por el para estar tranquilamente en Terceira ou Segunda B». En esta reflexión incluye, también, a municipios colindantes como el de Carnota, por ejemplo. Dice sentir emoción cuando le noticias del potencial de algunos deportistas de la comarca en múltiples disciplinas: «Agora estamos saíndo para diante. A xente de Galicia coñece o que hai na nosa Costa da Morte. En calidade, os atletas de aquí son especiais».

Libro propio

El Vistalegre, en Tercera, o el Conxo, el Calasanz y el Compostela Atlético, en ligas juveniles nacionales, fueron otras de las formaciones por las que pasó el fisterrán. Siempre le gustó formarse y las circunstancias también se lo fueron exigiendo hasta poder entrenar, a día de hoy, a cualquier equipo del mundo en el máximo nivel. Esta pasión lo llevó a acudir a muchos cursos y numerosas conferencias por España y, también, en el extranjero. Estuvo en el Ajax y en la Eurocopa del 88 en Alemania estudiando el fútbol holandés, del cual se declara un admirador absoluto, y las distintas formas de jugar de las selecciones.

Como resultado, publicó el libro O sistema estrela. Á busca do fútbol ofensivo, donde explica la táctica 3-2-3-2, que incluso llegó a patentar. «Eu procuraba que os futbolistas se divertiran no campo e dáballes total liberdade para desenvolver un xogo de calidade», cuenta. El filial del Atlético de Madrid llamó a sus puertas, pero José Manuel decidió que no le compensaba.

Atrás quedan los ríos en los que se duchaban al no haber vestuarios, las impactantes salidas a fuera de la comarca y los futbolistas marineros que se dejaban la piel «sen queixarse».