Sogama invertirá 35 millones hasta el 2023 en el tratamiento de orgánicos

Antonio Longueira Vidal
Toni Longueira CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO

Sogama

Los residuos incorporados en el contenedor marrón son la gran prioridad

15 jul 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Entre el 2017 y el 2020 Sogama invirtió 45,8 millones de euros en la ampliación del complejo medioambiental de Cerceda, en la planta de compostaje de A Areosa, en la creación de nuevas depuradoras y otras mejoras a nivel técnico y logístico. El objetivo era ampliar la capacidad de tratamiento hasta el millón de toneladas de basura al año, toda vez que los 2,24 millones gallegos residentes en los 295 concellos adscritos a Sogama generan más de 800.000 toneladas.

Ahora, la sociedad presidida por Javier Domínguez afronta nuevos retos en esta etapa post covid. Con vistas al 2023, la sociedad prevé ejecutar inversiones por más de 43 millones de euros, de los cuales destinará 35 millones a la gestión y tratamiento de la materia orgánica recogida a través del quinto contenedor (marrón). Toda una red de infraestructuras de ámbito autonómico que tendrá que estar lista antes de diciembre de 2023.

Así, se pondrá en marcha otras tres plantas de biorresiduos. A la de Cerceda, ya en funcionamiento, se sumarán las que se construirán en Cervo, Verín y Vilanova de Arousa. Estas plantas estarán apoyadas por otras 13 de transferencia, preparadas para trasvasar en las mismas la materia orgánica recogida de forma separada. Para ello, 5 microplantas se transformarán en otras tantas de transferencia de mayor capacidad y con mayores prestaciones: A Lama, A Cañiza, Riotorto, Curtis y Ponteceso. También se construirá una nueva planta de transferencia en el polígono industrial de Cee, que sustituirá a la que está operativa en Monte do Son. Y se adaptarán las plantas de Guixar-Vigo, O Porriño, Silleda, Lugo, Ourense, A Rúa y Narón.

Una delegación del Gobierno de Murcia se interesa por el modelo de gestión de Cerceda

El hecho de que el 94% de los concellos gallegos (295 municipios que suman 2,24 millones de habitantes) opten por el modelo de gestión de residuos urbanos de Sogama supone un dato que avala su trabajo. También ha despertado el interés del Gobierno de Murcia por conocer el sistema implantado en las instalaciones de Morzós (Cerceda).

La directora xeral de Calidade Ambiental, Sostibilidade e Cambio, Sagrario Pérez, y el presidente de Sogama, Javier Domínguez, recibieron en la mañana de ayer al director general de Medio Ambiente de la Consejería murciana, Francisco Marín Arnaldos, quien visitó el centro junto con el jefe de servicio de Gestión y Disciplina Ambiental, Jorge Ibernón González, y la responsable del servicio de apoyo técnico a la Dirección General del Agua, Marisol Cano Castillo.

Durante el recorrido guiado conocieron de primera mano las distintas fases del tratamiento que reciben los residuos urbanos recibidos en Sogama: selección y envío de la parte reciclable a la industria transformadora, y valorización energética de la fracción no reciclable para su conversión en electricidad. Previamente, el presidente de Sogama explicó a los integrantes de esta comitiva murciana la evolución del modelo implantado en Cerceda a lo largo del tiempo, «posicionándose hoxe como o máis moderno e eficiente da Unión Europea», según palabras de Javier Domínguez Lino.

Retos y proyectos de futuro

El máximo responsable de la entidad también habló de los retos y proyectos de futuro, centrados en la valorización de la materia orgánica recogida de forma selectiva a través del quinto contenedor, de color marrón. La comitiva se desplazó también hasta el vertedero de residuos en A Areosa y tomó buena nota de su funcionamiento: el 85% de su superficie original ya ha sido sellada por completo.

Colaboración institucional

Javier Domínguez agradeció a la Consejería de Medio Ambiente de Murcia su interés por la actividad que desarrollan a diario el millar de trabajadores adscritos a Sogama, así como la oportunidad que esta visita institucional brindó a las partes implicadas para el intercambio de experiencias y conocimiento, una labor esencial para seguir avanzando en la mejor gestión de los residuos sólidos urbanos no contaminantes, ya que, tal y como manifestó Javier Domínguez Lino, «o lixo representa un problema global que non entende de fronteiras e ao que se pode, e debe, facer fronte desde a colaboración».