«Os vosos pasos fan camiño para compartir co mundo este patrimonio natural, os Penedos de Pasarela e Traba»

Marta López CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO

Numerosas personas se sumaron ayer a una nueva marcha reivindicativa para exigir la protección de este paraje natural

13 jun 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Quince años después, la Costa da Morte volvió a echarse al monte cual escudo humano para proteger los Penedos de Pasarela y Traba. Un 11 de junio de 2006 se hizo contra una cantera y ayer, contra un proyecto eólico.

Una extensa comitiva partió de la vieja escuela Labarta Pose de Pasarela y, provistos de pancartas, los protestantes subieron hasta la zona en la que se ubica A Cachucha y la piedra bautizada como A Ferida, «a cicatriz que deixou unha prospección [de granito] no 1997», apuntaron desde la plataforma al inicio de las intervenciones.

Por el improvisado escenario al aire libre creado en el entorno fueron pasando oradores que ensalzaron a los Penedos no solo por su espectacular belleza y su singularidad paisajística, sino también por ser un vector económico para su entorno más próximo. «Para darlle futuro ao noso rural hai que darlle valor, conservando os aspectos que o fan único», se dijo desde la Asociación Calo Rural. «Esnaquizar o que nos fai especiais non é o camiño. Queremos un rural vivo que se auto xestione e non dependa da emigración ou de vender a outros o pouco que lle queda. A única forma de sobrevivir é crear unha comunicade consciente do que ten», añadieron.

No faltó la conciencia, como tampoco el sentido de la responsabilidad y la protección. Un nutrido grupo de personas hicieron suyo ese monte y se auto atribuyeron la obligación de defenderlo: «Grazas aos que están aquí, aos que colaboraron na organización desta marcha e aos veciños que cederon os seus camiños. Os vosos pasos fan camiño para compartir co mundo este patrimonio natural», expresaron los organizadores, al tiempo que instaron a las autoridades a «verdadeiramente protexer» los Penedos, no ciñéndose exclusivamente a una declaración institucional.

En esa jornada de reivindicación hubo también hueco para la música y un grupo de gaitas amenizó la subida al paraje, y tampoco faltó la sabiduría del geólogo Juan Ramón Vidal Romaní, que volvió a sumarse a la iniciativa como ya hizo hace apenas unos días. «Estamos ante unha paisaxe que non precisou de leis para que permanecese como está durante millóns de anos», dijo Romaní, reflexionando sobre la relativización del tiempo. «Cando chegan estas compañías estranxeiras a colonizar os montes cos canóns dos eólicos, veñen roubar o que fai que a xente sinta que este é o seu sitio», concluyó.