Última novedad: un poemario infravalorado de Enrique Labarta Pose

Xosé Varela APUNTES LITERARIOS

CARBALLO

Labarta Pose
Labarta Pose

Deste volume encontramos tres críticas literarias publicadas en El Libredón, Gaceta de Galicia e Galicia Católica

20 jul 2021 . Actualizado a las 16:00 h.

O1884 foi un ano importante para Enrique Labarta Pose. Nel licenciouse en Dereito, casou e debutou como escritor co poemario Última novedad. Subtitulado Noventa y nueve céntimos de versos de todas clases y arreglados a todos los gustos por un tal..., sería un agradable agasallo de Nadal. Ao estar escrito case integramente en castelán, este libro nunca foi valorado pola historiografía literaria galega. Non obstante, nel xa se adiviñan liñas estéticas e temáticas que consagrarían a Labarta como escritor en anos posteriores.

A primeira noticia que localizamos del data do 15 de decembro. En Galicia Católica expresábase o agradecemento «a su joven autor por tener la bondad de enviarnos» un exemplar e anunciaba que publicaría unha «nota bibliográfica correspondiendo así a la galantería del nuevo poeta gallego».

Deste volume encontramos tres críticas literarias publicadas en El Libredón, Gaceta de Galicia e Galicia Católica. En El Libredón xulgábase esta obra «con motivo del poeta» mentres que na Gaceta de Galicia, o «poeta con motivo de la obra».

Gaceta de Galicia

No día de Noiteboa, Gaceta de Galicia sacou a tres columnas en primeira páxina como noticia máis importante unha longa crítica asinada por El Venerable. Saúdao como «libro de versos originalísimo capaz de distraer al inglés más excéntrico» e no que se mesturan «la inspirada y melancólica balada, el canto patriótico, la tierna endecha, la sátira mordaz y la fantástica leyenda, formando un conjunto de bellezas que fascinan».

Nas primeiras liñas, fálase da importancia capital de Labarta no ambiente rexionalista de Santiago: «Labarta es un joven harto conocido en la monumental y famosa Compostela; no hace muchos meses formaba en las filas del cuerpo escolar, y era aplaudido con entusiasmo cuando daba lectura en los claustros universitarios, o alrededor de la mesa de un café, a alguna de sus parodias chistosísimas, a unas redondillas ingeniosas o a cualquiera composición satírico-burlesca».

Por vez primeira, publícanse datos biográficos da súa pronta orfandade: «El joven poeta bergantiñán quedó huérfano en temprana edad, y tras las peripecias de una infancia sin el calor maternal y las suaves caricias de la familia, vino una juventud borrascosa, deslizándose los mas floridos años de su vida entre las sombras del desamparo, las amenazas de la miseria y el pavoroso espectro de lo porvenir».

Tamén se ofrece o seu primeiro retrato: «Aquella cara larga, de color moreno subido, con sus dos hoyos en la mejilla derecha al sonreír, con sus espejuelos incrustados en la nariz aguileña, echando los cordones detrás de la oreja, con su aire inocente y su palabra al parecer candorosa e inofensiva... pero mordaz y cómica hasta el exceso». Expóñense as súas armas creativas: «Labarta tiene una imaginación soñadora, oriental, una fantasía árabe como la de esos inspirados cantores de las frescas orillas del Genil o de las risueñas vegas del Generalife, capaz de encerrar en la caja de música de sus versos armonías italianas, baladas germánicas o tumultuosos concertantes becquerianos».

Técense as influencias de importantes autores da época: «Cuando expresa el dolor acerbo en sus poesías sentimentales, lo hace con la naturalidad de una Rosalía Castro de Murguía o Benito Losada, con una agudeza como la de Añón, con un dejo de amargura como muchas de las poesías de Vicenti, Carvajal, Aguirre, etc». E, sobre todo, recoñécese que xa estamos perante un destacado escritor: «Los que como tú han nacido para sentarse en la cúspide del monte griego... Enrique, adelante, que te sobra ingenio».

Galicia Católica

A de Galicia Católica, dúas páxinas, publicouse en Ano Vello. Comparaba o contido do volume co estudio dun pintor: «Me parece al leer su libro entrar en un taller lleno de apuntes, croquis, bocetos y cuadros de todos tamaños y géneros, hijos de un pincel brillante y caprichoso que, trabajando indistintamente según su humor, ya traza las firmes líneas de un cuadro de género, ya los incompletos rasgos del boceto, o las graciosas exageraciones de la risueña caricatura».

Destaca que Labarta lle imprime aos versos «la grata frescura de lo espontáneo” e unha «sencilla naturalidad vigorosa y sana». Salienta poemas como o «soneto a la memoria de mi hermana Gumersinda, Última hora y El llanto de una guitarra». E non esquece a veta temática máis coñecida do autor: «Entre las humorísticas hay también muchas, la mayor parte, llenas de sal y que hacen asomar a los labios del que lee picaresca sonrisa».

Coincide con El Venerable na mestría poética de Labarta: «Si para ser poeta son necesarias condiciones el sentir bien y la facilidad de expresión, el señor Labarta merece bien que se le expida la patente que tiene en sus versos bien ganada». E despídese felicitándoo «sinceramente por su primer hecho de armas en el ancho campo de nuestra patria literatura».