Lourdes Vázquez: «El consumo de frutas, pero sobre todo de verduras y hortalizas aún es bajo»

María Meizoso CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO

ALBERTO LÓPEZ

ECOVOZ | La ONU pone el acento este año en favorecer políticas encaminadas a una alimentación y vida más saludable. Así habla esta profesora de Química Analítica e Nutrición de la USC

26 abr 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

La Asamblea Nacional de la ONU declaró el 2021 como el Año Internacional de las Frutas y Verduras. En la decisión pesó el impacto de la obesidad en el mundo, y que, según el organismo, «causa más muertes que la combinación de las enfermedades de transmisión sexual, el tabaco y la violencia armada». En Galicia, en concreto en el campus de Lugo, desde el año 2010 imparten el Grado de Nutrición Humana y Dietética. «Formamos a futuros profesionales. Hay varias promociones que ya están trabajando. Además, en este momento, estamos con un proyecto de fin de grado de una alumna en el que se analizan los hábitos saludables en la población infantil», apunta Lourdes Vázquez Oderiz, profesora del departamento de Química Analítica, Nutrición y Bromatología de la USC.

-¿Tienen alguna conclusión?

-El proyecto analiza a niños de 6 a 15 años y, aunque no podemos dar todavía resultados porque estamos en la fase de análisis de los datos, sí que estamos observando que el consumo, en general, de frutas y todavía más en el caso de las hortalizas y verduras, es muy bajo con respecto a las recomendaciones actuales.

-¿Qué falla para seguir sin alcanzar los estándares mínimos?

-El año pasado también hicimos un trabajo de fin de grado en el que, entre otras cosas, pretendíamos saber qué conocimiento tenía la población sobre alimentación saludable. Y, curiosamente, entre los datos que obtuvimos se extrae que alrededor de un 60% de la población conocían las recomendaciones de consumo de hortalizas y verduras y, sobre un 45 % conocía también las pautas sobre consumo de frutas. Es decir, hay una parte importante que sí sabe lo que tiene que hacer, pero cuando vemos datos de consumo real esto no se cumple.

ALBERTO LÓPEZ

-¿Qué indican los datos oficiales?

-Las últimas cifras publicadas por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación sobre consumo alimentario nos dicen que, en el 2019, hubo un pequeño incremento en el consumo de frutas, de alrededor de un 1,4 %. En el caso de las verduras fue aún más pequeño, solo subió un 0,9 %.

-¿Y el confinamiento cómo incidió en esta cuestión?

-También hay algún estudio que indica que durante esos meses sí que hubo un pequeño incremente, especialmente en el capítulo de frutas. Pero, a pesar de todo, esto los datos nos indican que aún consumimos muy por debajo de las cantidades recomendadas de ese tipo de alimentos. En el 2019 también se publicó otro trabajo realizado con estudiantes universitarios que, en teoría es una población que sabe lo que hay que comer y cómo hay que hacerlo, pero en ese proyecto se concluía que solo el 33 % de los estudiantes consumía las raciones de verduras y hortalizas recomendadas y solo un 44 % las de frutas. Así que, sin ninguna duda, y rotundamente hay que seguir insistiendo mucho en este tipo de consumo.

«Hay que despertar el interés de los niños por probar cosas nuevas»

Entre las líneas de investigación de la USC destaca el análisis sensorial. De estudiar ese campo se encarga uno de los grupos creados para tal fin, pero también la spin off Teslab. En cambos casos, explica Vázquez «lo enfocamos desde dos puntos de vista». El primero, «trabajando con paneles de catadores entrenados, es decir, grupos de personas seleccionadas que nos sirven para establecer y definir cualquier alimento, tanto cualitativa como cuantitativamente, desde el punto de vista organoléptico». O lo que es lo mismo, las características sensoriales de los productos.

-Y el contacto con los consumidores, ¿cómo lo establecen?

-También trabajamos con ellos. Lo que queremos es obtener una respuesta subjetiva. Es decir, que nos diga cuál es el producto que más le gusta, por qué razón y qué aspecto del producto es el que más valoran. Por otro lado, es importante destacar que el análisis sensorial es fundamental y podría utilizarse como herramienta de educación nutricional. Desde mi punto de vista, es importante que desde bien pequeños enseñemos a los niños a reconocer las frutas y hortalizas que debemos incluir en nuestra dieta, pero también a diferenciar colores, olores y texturas, ya que este reconocimiento va a ayudar a despertar su interés por probar cosas nuevas. Y con el tiempo se alimentarán mejor.