GALERÍA DE EMIGRANTES | Es este ceense uno de esos emigrantes anónimos de la Costa da Morte
10 abr 2021 . Actualizado a las 05:00 h.Hace breves días que un hijo de un emigrante corcubionés en la Patagonia, que cumplirá pronto los 95 años, me comentó que recordaba a un carpintero, originario de nuestra tierra, muy solitario, y emigrado en Comodoro Rivadavia, que el día de su muerte siguiendo el cortejo fúnebre solo caminaban detrás del féretro su padre, Francisco Porrúa Figueroa, y el perro del difunto. Una historia triste por la que pasaron muchos otros emigrantes que fallecieron lejos de su tierra y de su familia, sin que nadie le ofreciese el calor de su mano.
Del ceense Ramón Díaz tenemos una fotografía publicada en la revista Alborada, de Buenos Aires, la fecha de su fallecimiento, el 28 de abril de 1931, y la localidad en la que se efectuó el sepelio, Avellaneda. También conocemos que nació en el municipio de Cee, y por lo demás, Ramón Díaz es uno de esos emigrantes anónimos de la Costa da Morte del que no encontramos más huella que la que hemos reseñado: lo demás no dejan de ser más que simples conjeturas. Ni la edad que tenía a su muerte la podemos calcular por la imagen, pues no sabemos si la fotografía era o no reciente cuando fue publicada.
Lo que sí es indudable es que Ramón es uno de esos personajes que se vieron metidos en un barco camino de Buenos Aires, con abundantes sueños y entusiasmos, muchas indecisiones, temores y también miedos. Con curiosidad e ilusión, pero también con el ánimo de comerse el mundo. Con mucha esperanza de hacerse un hueco en el que poder proteger a la familia que, seguramente, formó.
Una realidad, para muchos también triste, penosa y precaria, y así pasa con la mayoría de los que se marcharon de la Costa da Morte, también de los vecinos que se fueron del municipio de Cee y no dejaron memoria. Solamente, un nombre y un apellido. Y una vieja fotografía en este caso. De otros, poco más.