Ana Rodríguez, impulsora de Crecer Creando: «Las matemáticas son pura magia»

Patricia Blanco
patricia blanco CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO

ANA GARCÍA

Tras pasar por O Couto, Ponteceso, ya está manos a la obra para crear un juego en torno a Pondal

07 abr 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Ana Rodríguez (A Coruña, 1980) es, ante todo, madre. Querer poner al alcance de sus hijos juegos que respondiesen a los intereses que estos tenían la llevó años atrás a crear los suyos propios, partiendo de las matemáticas y persiguiendo la diversión. Nacería después su marca, Crecer Creando, y la tienda-taller que tiene en A Coruña, al que llegan niños incluso derivados por equipos de especialistas. No sería posible, dice, sin el apoyo que le brindaron docentes, el Cefore o el equipo de Star Marx. Plantea un método educativo inclusivo e integrador y trabaja mano a mano con educadores de gran prestigio. Del 29 de marzo al 6 de abril, casi medio centenar de alumnos, de infantil a bachillerato, disfrutaron en O Couto (Ponteceso) de su propuesta: fue la primera Feira Matemática, impulsada por la Fundación Eduardo Pondal.

-¿Le fue bien en O Couto?

-No me apetecía nada volverme [ríe]. Estuve allí toda la semana, dedicábamos las tardes a pasear. No conocía la zona y me enamoré: hasta bromeé con mudarme y montar allí mi tienda.

-¿Y el balance de la feria?

-¡Muy bueno! Algunos empezaron asustados, porque les parecía que matemáticas no podía ser igual a diversión, pero fueron dándose cuenta de que sí y al final ya era pura pasión. Me pidieron la web para seguir haciendo cosas.

-¿Cómo nace Crecer Creando?

-Fue algo más personal que otra cosa. Busqué por todas partes y algo así no existía. Era una carencia que había en aquel momento, lo más parecido eran las ferias de matemáticas, una vez al año. Niños como mi hija, a la que le encantaba ese esfuerzo de pensar, no tenía a dónde llevarla con seis años, y para otras cosas que le interesaban, me decían que tenía que tener 16. En mis actividades nunca me cierro por edad. A la hora de vender un juego tengo que recomendar unas edades, porque la gente lo pide y está acostumbrada a ello, aunque yo luego lo use con todas. La mayoría de los juegos los hago con diferentes niveles y son para todos. Le doy más importancia a si al niño le gusta moverse mucho o prefiere el juego calmado: prefiero agruparlos por su forma de ser. La edad no puede ser un obstáculo y mucho menos puedes dejar un niño fuera porque tenga una cantidad de años u otra, hay que adaptarse.

-Crecer Creando es juegos, tienda de juegos, formación a profesores, taller de actividades...

-Empezó como una actividad y sigue siéndolo, Matematízate. Fue a través de ella, ya que diseñaba mis juegos, que quisieron adquirirlos profesores y padres. Ni lo tenía pensado, pero así nació la marca, que ahora puede tener medio centenar de juegos, para niños y adultos. Empecé a ir voluntariamente a los centros, conociendo docentes, exponiendo mi visión de las matemáticas. Mi idea era compartir esa pasión con todos y conseguir que los niños que todavía no tienen seguridad en sí mismos la tengan. Es mi objetivo: que sean conscientes de que pueden hacer cualquier cosa, que pueden razonar por sí mismos, sin que se les digamos cómo hacerlo todo, y que se den cuenta de la capacidad que tienen. Cuando me di cuenta ya estaba en colegios, ya tenía esta actividad y, en cuanto mis tres hijos fueron adolescentes, vi que tenía un horario para trabajar normal [ríe], así que abrí este centro. Me sorprendió la acogida y cómo creció.

-En sus juegos no hay barreras.

-Estoy muy centrada en una educación que incluya todas las necesidades específicas. Si te dicen que el niño no hace algo porque no le da la gana, tú te lo crees, pero no siempre es así: hay que ver los problemas emocionales, por ejemplo, de los niños con altas capacidades, superdotación. Con 9 años muchos ya piensan que no sirven para hacer nada, cuando pueden hacer lo que quieran. Esta es mi lucha: que no se le dé prioridad a las notas, sino a conocer a la persona, cómo se encuentra, ver qué necesita. Se etiqueta a los niños de forma muy rápida, y a veces de modo erróneo. Lo que pueden necesitar es un estímulo, y eso es lo que trato de ofrecer en los juegos. Todos somos diferentes, y aún falta comprensión y conocimiento. Yo lo vivo, como lo hace también Emilio, del Cefore de A Coruña, o Xosé María. No podemos cambiar todo el sistema educativo, pero es una aportación.

-De la feria de O Couto ha salido la idea de hacer un juego matemático en torno a Eduardo Pondal.

-¡Ya estoy en ello! Cuando me proponen algo que me gusta, me cuesta frenarme: mi trabajo es mi descanso. Me pareció una idea genial, la temática: ya tengo una idea de cómo se va a hacer y solicitaré una subvención para llevar este juego a todos los colegios. No tengo interés en ganar yo económicamente, lo dejé claro, si me dan esa ayuda será para gastar en que llegue a más sitios. Se puede hacer un juego matemático con cualquier temática, como es el caso de los piratas o de los detectives, un éxito en la feria. Dado que las matemáticas son pura magia y es necesaria la creatividad, creo que algo así tan poético va a encajar perfectamente. Será un juego para trabajar las diferentes capacidades, a todas las edades, diferentes niveles, ejercitar campos de la inteligencia [la Fundación ha contactado ya con Xoán Babarro para asesorar el contenido literario].