¿Dónde se puede ver la primavera en la Costa da Morte?

Antonio Longueira Vidal
Toni Longueira CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO

Jardines emblemáticos, públicos y privados, y algunos centenarios, así como parques y bosques ya lucen los primeros colores de la primavera. ¡Incluye álbum!

07 mar 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Hay pocas cosas tan gratificantes como hacer una caminata por el paseo fluvial de Cabana o por el del O Ézaro -con las siempre majestuosas vistas de la cascada- y al mismo tiempo gozar de las primeras flores del año. En algunos puntos de la Costa da Morte ya lucen los colores a dos semanas de la nueva estación. Se trata de un plan perfecto para estos días. No hay que esperar ni siquiera a la Semana Santa. Y todo ello acompañado de buen tiempo y unas restricciones sanitarias más suaves que invitan, evidentemente dentro de las medidas aplicables a cada caso, a disfrutar de las primeras flores de un segundo año atípico desde el punto de vista epidemiológico.

Uno de esos espacios únicos y que hay que visitar ahora es el florecido jardín botánico del instituto Fernando Blanco de Cee, sin duda, uno de los referentes ambientales en la Costa da Morte. Inaugurado en 1886, año de la puesta en marcha del centro educativo, suma varias joyas naturales y centenarias, cuatro de ellas, plantadas en aquel 1886: un abeto griego, un abeto del Cáucaso, un cedro de la cordillera del Atlas y un cedro libanés, rodeados de magnolios, tilos, palmeras, boj, laurel, camelias rododendro. E, incluso, en una esquina de la plaza -entre el museo y la iglesia- hay un hermoso ejemplar de araucaria de unos cien años, según consta en algún álbum fotográfico de la Fundación Fernando Blanco.

ana garcia

No es el único jardín botánico en la zona que hay que visitar. En pleno polígono industrial de O Acevedo, a quince minutos de A Coruña y veinte de Santiago (este fin de semana aún cerrado para los del área sanitaria de A Coruña y Cee) existe un hermoso enclave natural de 30.000 metros cuadrados, en los que hay doscientos ejemplares de árboles y arbustos de especies autóctonas y exóticas, con predominio de las coníferas. Y todo ello rodeado de patos, cisnes negros y blancas. Un espacio ideal para la divulgación educativa y científica, con Aula da Natureza incluida.

Amplia y variada oferta

Pero la Costa da Morte es mucho más. En Dumbría, en plenos dominios del Vákner -aquel monstruo de dimensiones literarias del que dio cuenta el obispo armenio Mártiros de Arzendján en 1493- las flores y los jardines siembran de colores las parroquias de Buxantes, Olveiroa, Olveira, Berdeogas, en el entorno de O Conco... Sus jardines bien cuidados son otro de los reclamos de turistas y peregrinos que se acerquen estos días hasta Dumbría.

ana garcia

En Vimianzo hay un amplio valor patrimonial y botánico en diferentes puntos, que van desde el entorno del Castelo hasta la Casa da Cultura. Y el Pazo de Trasouteiro muestra bonitos colores.

Jardines urbanos

La apuesta por mejorar los jardines urbanos es algo que es palpable en la mayor parte de los municipios de la Costa da Morte. El paseo fluvial del Anllóns de Ponteceso es un claro ejemplo. Pero no el único. Este concello, hoy está abierto, pero mañana entra en nuevo nivel de restricciones y estará cerrado.

El jardín municipal de Carballo tiene ejemplares muy hermosos, como la magnolia japónica o las diferentes especies plantadas en los últimos años en O Rego da Balsa o en los céntricos jardines del Anllóns, a su paso por el Pazo da Cultura.

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Esta apuesta por la botánica es trasladable a otras áreas verdes, como las plantaciones de decenas de cerezos en las inmediaciones del Museo de Os Muíños de Golmar o los del campo da feira de Paiosaco (A Laracha).

Corcubión es otro de los enclaves aptos para los deseosos de ver las primeras flores del año. En el jardín trasero de las Torres do Allo o en el Pazo de Romelle, en Zas, hay interesantes espacios en los que asoman los capullos coloridos, así como en la Braña de Soesto, donde las trompetas adornan el riachuelo.