Emprendedoras en tiempos de covid desde la Costa da Morte

s. g. / c. v. / melissa r. s. CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO

BASILIO BELLO

Cámpings, restaurantes, peluquerías, pizzerías y tiendas cobran vida con ellas

25 oct 2020 . Actualizado a las 21:37 h.

Es evidente que son tiempos difíciles para todos, pero a pesar de las adversidades, muchos (muchas, en este caso) no se rinden y le dan una vuelta de tuerca a sus negocios.

Merche Fernández, por ejemplo, regenta el cámping Baldayo, imagen superior, negocio familiar de 40 años que, justo antes del covid, sufrió las peores inundaciones de su historia, las de la laguna, y ya enlazó con la crisis sanitaria. Todo ello en plena reforma, que no paró, con mucho esfuerzo y también una ayuda del Galp. Ahora el restaurante es de dos tenedores, y el bar, cafetería. Está contenta. Pese a todo, le está yendo mejor de lo que esperaba, y más que le iría con la terraza que tiene y mejor tiempo.

BASILIO BELLO

En Morancelle, Cee, Montserrat Canosa Lago, junto a su amiga Reme, acaba de coger el restaurante Las Palmeras, un clásico que llevaba año y medio cerrado. Reabrió el viernes pasado, y está encantada con la respuesta de los clientes. «Se sei isto, abrimos antes», explica. Conocen bien el sector. Tienen cerrado el Palacín, también en Cee, y trabajaron años en el Trebón y en el Finisterre de Fisterra.

Adriana Martínez Romar lleva al menos 14 años al frente de la Pizzería Venezia, de A Cacharosa (Baio), y este está siendo muy particular, al que hubo que adaptarse. Ha visto cómo las limitaciones del covid han reducido en número de clientes en tanto que aumentaba la venta de comida para llevar. Octubre siempre es demasiado tranquilo y lo está siendo más, pero la pizzería ha tenido un verano muy movido: «Foi unha locura o das comidas para levar, non paramos un momento». No es para menos, una de sus especialidades, la lasaña, está entre los platos más demandados. Como es natural, en la carta priman las preparaciones italianas, pero a la hora de cocinar elabora cualquier plato, desde un cocido hasta una paella. Normal que durante el época estival no haya hecho más que cocinar para que sus clientes consumieran los platos en su casa o al aire libre.

Ana García

De todos modos, no faltan clientes en el local, que está abierto en el horario habitual y muy centrado a mediodía en la elaboración de menús del día. Así en plena pandemia la cocina no para tampoco, pero los platos, todos los de la carta, se degustan en cualquier parte. Donde quiera el consumidor.

Jóvenes emprendedoras

La muxiana Marina Busto Blanco lleva poco más de cinco meses trabajando en su propia peluquería, que lleva su nombre, y está ubicada en el lugar de la localidad en el que nació hace 21 años, en Os Muíños (Moraime).

Ana Garcia

«Non tiña pensado abrir un negocio porque estaba moi ben nunha perruquería de Cee, pero animáronme a facelo». Con estas palabras describe el que fue un proyecto que se hizo realidad en plena pandemia. «Dábame algo de medo todo o tema do covid, e aínda máis ao ser nova, pero ao final foime moi ben», añade. Y tanto, que acaba de contratar a una joven para el fin de semana. Marina se apoyó en las subvenciones de la Xunta de Galicia para emprender y destaca que fue una «gran axuda».

Ana Garcia

En Malpica, en pleno núcleo urbano, Isabel Cousillas Otero, también de 21 años, acaba de abrir la tienda de gominolas Adozarte: «Estaba complicado atopar traballo, sobre todo coa pandemia, e dixen: “vouno intentar, así non teño que depender de ninguén”», comienza explicando, a lo que añade: «Vin unha oportunidade neste sector, mais así podo compaxinar o traballo cos estudos». La acogida ha sido «moi boa», reconoce. Les está muy agradecida a sus abuelos por ayudarla a dar el paso.