17 oct 2020 . Actualizado a las 05:00 h.
De acuerdo con la ley, los concellos deberían estar en plena fiebre de elaboración de los presupuestos del 2021 para que pudiesen entrar en funcionamiento las nuevas cuentas el 1 de enero. Sin embargo, en un Estado con una grave crisis institucional, donde todo el mundo trata de saltarse los estatutos normativos, tampoco sorprende que los concellos se hayan sumado a la pachanga nacional. Y todo ello va en detrimento de la calidad democrática de las instituciones. Va en perjuicio de todos.