Los hosteleros no quieren ni pensar en Navidad: «Queda octubre y noviembre»

Antonio Longueira Vidal
Toni Longueira CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO

Ana Garcia

Los autónomos temen una campaña navideña mucho peor que la de verano

08 oct 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Con la resaca todavía a cuestas por una mala campaña veraniega, los hosteleros de la Costa da Morte ya enfocan el muy corto plazo con todas las garantías posibles. La nueva realidad marcada por el covid-19 ha dejado un reguero de cierres de negocios, ERTE masivos, despidos y balances contables en números rojos. Pero toca pasar página y pensar en la última gran campaña del año: la Navidad.

Pero los autónomos de la hostelería no quieren ni oír hablar de los Reyes Magos ni de Papa Noel. «Mi preocupación ahora es cómo voy a afrontar octubre y noviembre. Soy de los que pienso que el que supere octubre y noviembre, podrá pensar en continuar con la actividad», apuntó ayer un pesimista Ramón Gundín Roibal, gerente de la céntrica cafetería Colón de Carballo y autónomo desde hace 30 años: «Nosotros tiramos gracias a unos meses buenos de junio y julio y al buen tiempo. En el momento que salieron a relucir, a mediados de agosto, las malas cifras de covid-19 en Carballo, nuestras ventas bajaron».

Una opinión compartida por Juan Pazos Santos, presidente de los hosteleros de Carballo, colectivo integrado por 70 de los 280 autónomos censados en la capital de Bergantiños: «Temos restricións no aforo, de grupos, hai temor porque as cifras de contaxios aumenten e a situación económica é moi delicada. A verdade é que a campaña do Nadal prevese moi complicada. E antes de falar do Nadal hai que pensar en outubro e novembro, dous meses moi complicados, e máis este ano», vaticinó Juan Pazos.

Reinventarse

Más optimista se mostró Guillermo Iglesias Rodríguez, del Asteria de Caión: «No noso caso o verán foi bo. Ao ter restricións de aforo o que fixemos foi en pensar en alternativas. Puxemos en marcha o tema de levar comida para casa e a verdade é que funcionou moi ben. E agora pensando no Nadal temos que seguir inventando», dijo.

Pero, en general, los hosteleros tienen claro que la próxima Navidad se presenta muy complicada. Argumentos, muchos: el que más y el que menos tiene claro que se mantendrán las limitaciones de aforo y de grupos (cenas y comidas familiares y de amigos), precisamente en la época del año de mayor socialización, con la llegada de los emigrantes a la Costa da Morte para disfrutar de las fiestas en familia. A este panorama sombrío hay que sumar los ERTE, la gente que perdió su empleo desde el confinamiento y la tendencia al ahorro de los que todavía lo mantienen, pero con la incertidumbre de lo que pasará en el 2021.

«Mi facturación cayó entre un 30 y un 40%»  

La hostelería está siendo uno de los sectores más afectados por la pandemia en la Costa da Morte. Ramón Antelo Canedo, gerente de la cafetería Abastos de Carballo, explicó ayer que como consecuencia del confinamiento, la desescalada y la denominada nueva realidad vio mermada su principal fuente de ingresos: «Mi facturación cayó, de media, entre un 30 y un 40% con respecto a antes del estado de alarma», apuntó. Según indicó, la campaña navideña se prevé muy complicada, precisamente en una época del año «en la que la gente suele socializar mucho más que en verano o Semana Santa». 

Jesús Lema: «Vai ser moito máis complicado que no verán polos ERTE e as restricións»

Jesús Lema Caamaño es el presidente de Muxía Turismo Natural, entidad que aglutina a 25 profesionales del sector de la localidad. Además dirige Casa de Lema en Morpeguite. Según él, la campaña estival fue, por lo general positiva, ya que el turista que se acercó hasta la Costa da Morte buscaba precisamente «natureza, paisaxe e nada de aglomeracións». Sin embargo, la Navidad se prevé «moi complicada» para el turismo rural: «Sobre todo aqueles autónomos que desexen alugar as casas completas polo tema das restricións, dos aforos, dos grupos...».

Además de los temas relacionados con la sanidad y los protocolos de seguridad, Jesús Lema Caamaño ahondó en la incertidumbre que genera en el potencial consumidor de turismo rural la proliferación de expedientes de regulación de empleo temporal (que concluirán en su mayoría en enero), el futuro laboral a muy corto plazo, el posible cierre de negocios y empresas... En definitiva, que el que puede optará por el ahorro en lugar del consumo por lo que pueda pasar. «Precisamente nunha época do ano, como é o Nadal onde a xente socializa moito máis que noutras épocas do ano. Falo dos emigrantes que retornan para estar cos seus e que este ano aínda non saben como poderán estar cos seus en canto a aforos de grupos. Vexo unha campaña do Nadal difícil», vaticinó Jesús Lema Caamaño.

El pago del tercer trimestre del IVA complica todavía más el panorama

A la mala temporada veraniega hay que sumar la cuesta de septiembre y ahora el pago del IVA, correspondiente al tercer trimestre, cuyo plazo concluirá el 20 de este mes. Son muchos los autónomos que en su día, y como consecuencia del confinamiento, aplazaron el pago del IVA del primer trimestre. Y dado que la economía no acaba de repuntar son muchos los que no descartan solicitar un nuevo aplazamiento, con lo que la deuda con la Agencia tributaria no para de crecer, al contrario que los ingresos.