Treinta equipos de la Costa piden el aplazamiento del inicio de las ligas

Antonio Longueira Vidal
Toni Longueira CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO

BASILIO BELLO

Instan a la FGF y la Xunta a esperar a ver la evolución de la pandemia

21 sep 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Son ya una treintena de clubes de Primera, Segunda y Tercera Autonómica de las ligas da Costa los que ya se han posicionado claramente a favor del aplazamiento del inicio de las competiciones oficiales. Incluso la cancelación de las mismas hasta la temporada 2021-2022. Por eso instan, a través de un escrito de tres páginas, a los responsables de la Real Federación Galega de Fútbol y de la Consellería de Sanidade a frenar sus intenciones de iniciar las competiciones oficiales en las ligas de aficionados.

Argumentan que, dado el escenarios económico, sanitario y social provocado por la pandemia, no se dan las circunstancias adecuadas y de protocolo para el inicio, ni siquiera de los entrenamientos (individuales y colectivos). Diez son los puntos en los que se basan estas entidades deportivas de la zona para aplazar e, incluso cancelar, las competiciones oficiales.

Aumento gradual, incluso exponencial, de los positivos. Consideran los clubes «unha irresponsabilidade» que dado el escenario, con Bergantiños y Fisterra entre las comarcas más afectadas por la pandemia en Galicia, se avale la celebración de las ligas no profesionales en noviembre y los entrenamientos de contacto en octubre sin saber cómo se va a comportar el virus donde se prevé «unha situación epidemiolóxica moitísimo peor».

El fútbol aficionado no supone una actividad económica esencial. Esgrimen que los jugadores de las ligas autonómicas no juegan por dinero, sino por diversión. O son estudiantes o sus ingresos principales proceden de sus trabajos lejos de los campos de fútbol.

Gastos inasumibles para los clubes. Aseguran que cada vez que tengan que hacer las pruebas PCR a los jugadores y técnicos para ir a disputar un encuentro supone una inversión media de unos 2.000 euros cuando un club tiene de ingresos de entre 40.000 y 70.000 euros al año.

Jugar sin público. Precisamente una parte importante de los ingresos proceden de las ventas de entradas, las rifas y las consumiciones en las cantinas.

Consecuencias legales y jurídicas en caso de positivo o brote. «Cada xogador firma un escrito no que se auto responsabiliza en caso de ser transmisor do virus. Polo tanto, os clubs consideramos que non podemos asumir, tanto dende o punto de vista económico, pero tamén social e de responsabilidade individual, o risco de contaxiar a terceiras persoas, moitas delas en risco grave».

Incongruencia en relación con otros sectores. «Non ten sentido comezar unhas ligas que non aportan nada economicamente, mentres temos unha serie de actividades económicas con bastantes restricións e outras, como o ocio nocturno, verbenas... Continúan pechadas».

Ilógica en los protocolos sanitarios. «Vanse incluír unha serie de condicionantes e requisitos no uso dos vestiarios. Tal e como están a maioría das instalacións, teríamos a obriga de non poder utilizar os vestiarios, pola imposibilidade de cumprir a distancia de seguridade entre os xogadores mentres se cambian ou mentres os adestradores dan as indicacións. Isto supón que, en pleno inverno, con choiva, con temperaturas baixas, os xogadores teñan que ir de volta nos coches para as súas casas, sen ducharse nin cambiarse, con desprazamentos en moitos casos de preto dunha hora».

El papel de la mutualidad de futbolistas. Al tratarse el covid-19 de una enfermedad común no tiene, en principio, la catalogación de enfermedad deportiva: ¿Se hará cargo la mutualidad del fútbol de los gastos derivados de un positivo o un brote, o lo tendría que asumir Sanidade? O peor, ¿el propio futbolista o el club?

Delegación de responsabilidades: «A FGF non pode descargar a responsabilidade dun posible brote nun encontro de fútbol rexional na figura do chamado ‘responsable de protocolo e hixiene' que será o encargado de que se cumpran os protocolos, distanciamento, aforo, uso de máscaras, desinfección...».

Responsabilidad individual, pero también colectiva. «Non é lóxico que se permita todas as semanas que en cada partido se xunten 22 persoas como mínimo, que non pertencen á mesma unidade de convivencia para realizar un deporte de contacto ao aire libre e baixo unha serie de inclemencias meteorolóxicas».