Hosteleros de Laxe: «No entendemos que se tomen medidas ahora y no en agosto»

Caterina Devesa CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO

BASILIO BELLO

Bares y restaurantes del municipio asumen las restricciones de Sanidade con sorpresa y resignación por las pérdidas económicas que les supondrán

13 sep 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Como un jarro de agua fría. Así han recibido muchos hosteleros en Laxe la inclusión del municipio en la lista de concellos con restricciones en la Costa da Morte ante el avance del covid.

«No entendemos que se tomen medias ahora, que somos cuatro gatos, y no en agosto cuando esto estaba lleno de turistas», comenta Lorena Vázquez, de la taberna O Quitapenas . Para ella, las medidas llegan tarde: «En Laxe los inviernos son muy duros y hay muchos bares que pasan a la cuerda floja. En verano, con los visitantes, hay clientes para todos, pero a partir de ahora se complica la cosa». Sobre las medidas, señala que la que más le afectará es la prohibición de consumir en barra. «Hay muchos clientes que paran a tomar el café y se van, y ahora no vendrán. Tampoco entiendo porque no pueden estar tres personas en la barra, que son las que podrían estar en mi local manteniendo la distancia, y sí pueden juntarse diez en una mesa», señala Vázquez, que añade: «Obviamente si la situación sanitaria está mal hay que tomar medidas, pero aquí tampoco entendemos muy bien las normas porque en teoría solo hay once casos. Además, parece que solo se hacen restricciones en la hostelería y ya tenemos de por sí bastantes limitaciones».

El presidente de la Asociación Laxe Quere Tapearte, Fernando Paredes, incide en que la obligación de cerrar a la una de la mañana ya ha supuesto un gran bache para el sector. «Creo que a hostalería de Laxe comportouse de forma exemplar e que a xente está mais segura nun local que fóra, porque a xente nova o que fai con isto son botellóns». Asimismo, Paredes considera que hay que reflexionar sobre la efectividad de las limitaciones.

Menos clientes por «medo»

Para José Martínez, de Ancora Taberna, las restricciones son «un pouco excesivas atendendo ao número de casos», apunta el hostelero, que añade: «Ademais creo que chegan fóra de tempo. Igualmente non me sorprende porque vendo o que está a pasar un xa anda coa mosca detrás da orella». En su caso, además de la imposibilidad de servir en barra, indica que la bajada de clientela se notará en todos los aspectos. «A xente con nestas medidas xa non virá a Laxe, se cadra, marchará para outras zonas».

En el caso de los restaurantes, consideran que las limitaciones les afectarán menos que a los bares. «Nós xa tiñamos unha redución de aforo dende que abrimos e as mesas moi espazadas, polo que nese sentido non o notaremos», explica Ana Pose, del Zurich. Igual que ella, Roberto Barcia, del restaurante O Náutico, comenta que más que las propias normas lo que les perjudicará será la «propaganda que isto supón. A xente colle medo e deixa de vir aos locais», indica.