«Os xabarís levan tres anos seguidos vindo ás fincas a desfacer o millo»

Santiago Garrido Rial
s. g. rial CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO

Ana Garcia

Un ganadero de Carballo ya no sabe qué hacer para evitar los daños

12 sep 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Los jabalíes llevan años destrozando cosechas de maíz en la comarca (y en otras), pero con algunas parece que se ceban más que con otras. Tal parece el caso de algunas de las tierras que gestiona el ganadero carballés Antonio Gesto: «Os xabarís levan tres anos seguidos vindo ás miñas fincas a desfacer o millo», explica, a modo de lamento y resumen de la situación. Tal vez varíen algunos metros, pero las leiras son las mismas. Y en su caso, que cultiva con volumen industrial, los daños no son pocos. Dos de las fincas las tiene arrendadas, a pocos metros del cementerio municipal carballés y junto a una pista que accede a la zona de A Brea. La otra está más arriba, y al otro lado de la carretera de Santiago, cerca de Cernide.

No sabe aún cuánta superficie le han destrozado este año, porque no la ha calculado (además, va variando por días), pero sí la del pasado, porque comunicó los daños ante Medio Rural y esos casos hay que mirar todo con detalle. En el 2019 fue casi una hectárea de pérdidas (casi 10.000 metros cuadrados). Puede que esta vez ronde esa cantidad. «Nas dúas fincas de aquí de abaixo xa fixeron moito dano», señalaba ayer, viendo el rastro de los jabalíes. Curiosamente, un día que pasó por ellas, muy temprano, le coincidió ver a tres animales grandes y cinco crías. «Eu vin eses oito, pero hai moitos máis, por grupos, por aquí e pola zona».

«Tense pedido permiso para facer batidas e non o dan», dice el afectado

Antonio cuenta que estos animales «móvense moito, andan por toda esta parte e van e veñen ata Ardaña polo menos», explica. Los perjudicados son muchos más. «Pero tense pedido permiso para as batidas, e non o dan». Y como no se toman medidas y crían cada año, van a más en cada temporada del maíz.

Las batidas, en este caso, son inviables por la proximidad de la casas y por ser área equivalente de refugio de fauna, así que por esa vía poco se puede hacer. Acaso con los pastores y otras medidas disuasorias para las que, además, hay ayudas públicas cada año.

Donde sí son posibles, las batidas se están llevando a cabo. El período de caza del jabalí está abierto desde finales de agosto, como cada año, y los cazadores suelen priorizar los lugares en los que hay daños constatados, explica José María Álvarez, presidente de la federación provincial de caza.