Miedo y economía resienten la facturación de las oficinas de lotería en la Costa da Morte

Marta López CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO

BASILIO BELLO

Bajan las ventas para Navidad, pero también los sorteos semanales: un repaso a la situación

25 ago 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

No corren buenos tiempos para la lotería. La venta para el sorteo de Navidad se ha resentido respecto a años anteriores y el seguimiento de los juegos semanales tampoco es el que era. Una crisis económica podría parecer el momento ideal para tentar al azar y tratar de rascar algún premio que ayude a llegar con holgura a fin de mes, pero los jugadores habituales están optando por redirigir el dinero que invertían en sus apuestas a otros ámbitos. «Non se gasta como se gastaba», confirman desde el despacho de la rúa Gran Vía en Carballo: «o que antes investía 20 ou 30 euros, agora gasta 5».

El mes posterior al confinamiento fue desastroso y las oficinas tardaron semanas en recuperar parte del flujo habitual de clientes; ni siquiera en los días fuertes de la semana (los lunes y los días de Primitiva) se veía movimiento como antes. Ahora -aunque sin llegar a los niveles previos al covid-19- el panorama se recupera, pero con niveles de facturación bastante inferiores. «É unha situación lóxica, en verdade. Aquí houbo xente que tardou moito en volver, sobre todo por medo», indican desde la Administración Costa da Morte, en el centro comercial de Cee. Estos establecimientos suelen ubicarse en locales bastante pequeños y esa falta de espacio hace que algunos habituales se resistan a pasar por ventanilla con la misma asiduidad que antes, explican desde la número 1 de Vimianzo.

En este sentido, algunos consumidores que solían hacer reservas y pasaban cada varios días a recogerlas, ahora pueden tardar dos o incluso tres semanas en desplazarse al local, cuentan desde la Administración Río de Plata, en Baio. «Veremos como saen as contas a finais de ano, pero polo menos puidemos ir recuperando algo a clientela nos últimos meses. Ao principio, e vendo o medo que tiña a xente de saír, non pensábamos que puidésemos recuperar», explican. «O que si notamos é que se gasta menos. Ao mellor un cliente prefire aforrar os 15 euros que pode valer un décimo da Lotería Nacional e gastar menos noutro tipo de apostas», añaden desde Baio.

Menos ritmo para diciembre

Respecto al sorteo extraordinario de Navidad, todavía es pronto para hacer una valoración, ya que los décimos llevan apenas unas semanas en circulación, pero notan que las ventas no llevan el ritmo esperado. En la oficina carballesa de Gran Vía todavía no han agotado ningún número, cuando el año pasado a estas alturas ya se habían quedado sin existencias, por ejemplo, de la terminación 19.

En Cee explican que hay muchos más canales de venta que la tradicional ventanilla: por Internet, a través de bares, asociaciones, clubes deportivos... «E tamén as comisións de festas, que este ano quedaron todas paradas. Iso estamos notándoo moito, e veremos ver o que pasará co que se movía nos colexios. Dende logo, estase vendendo menos cantidade que outros anos», aseveran.

En Baio, en donde estaban ya concienciados de que esta no sería una buena campaña, perciben una bajada en las ventas procedentes de la hostelería: «Bares que a estas alturas terían ao mellor uns 3.000 euros feitos, agora poden andar polos 500, por exemplo. Tamén notamos a falta de excursións que organizan os hoteis con turistas», aseguran.

Visitantes

Y es que los forasteros son los principales compradores de décimos navideños durante el verano, ya que los residentes en la zona suelen esperar a los últimos meses del año. Por este motivo, en localidades que esta temporada estival han gozado de buena salud turística, las ventas para este sorteo no se han resentido tanto, como confirman desde la Administración Mouzo y Gema, en Muxía, y desde el estanco Casa López, en Laxe.

La terminación en 20 o la fecha de inicio de la pandemia, los que triunfan

Como cada campaña, hay determinados números especiales que son muy solicitados por los jugadores y se agotan en cuestión de semanas. La terminación correspondiente a cada año es un clásico; como el 13, el 15 o el 69. Cumpleaños o aniversarios de boda también se hacen un hueco en los preferidos, entre los que se cuela uno muy singular: la fecha de inicio de la pandemia del covid-19.