«Festa non, pero cereixa e feira houbo»

Patricia Blanco
Patricia blanco CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO

Paiosaco acogió el mercado más importante del año, aunque sin los actos lúdicos habituales, a causa del coronavirus. El textil y el calzado regresaron además al recinto

06 jul 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Sin charangas, sin el habitual estand promocional que instala el Concello, sin las actuaciones programadas por la comisión... No hubo este año Festa das Cereixas en Paiosaco, pero sí Feira. El coronavirus está detrás de esta celebración tan atípica, de Interese Turístico de Galicia, el mercado más importante del año para la localidad. «Festa non, pero cereixa e feira houbo», comentaba ya por la tarde Patricia Bello, edila de Cultura e Festas, entre otras materias. Quizás, dice, se echó en falta algún puesto de cerezas, pero reseña de otro lado el regreso de la venta de textil y calzado, lo que confirió mayor dinamismo al encuentro. «Xente houbo bastante», valora. No ayudó mucho, pese a todo, el tiempo, con algo de lluvia fina hasta mediodía. Se pudo usar todo el recinto ferial con motivo de tan señalado mercado, aunque guardando normas estrictas de seguridad a causa del covid-19. A ello llamaban desde el consistorio.

Compradores y visitantes se movían ágiles entre los puestos, frecuentados también por políticos. Toda cita, y también esta, tiene detrás seguidores fieles, tal es el caso de quienes portaban unas lucidas camisetas en las que rezaban «Peisaco das Cereixas. 1º domingo de xullo. Máis de 100 anos de feira». Manuel Rodríguez, uno de los impulsores de la confección, con una trayectoria ya de tres o cuatro años, contaba que crearon estas prendas para difundirla, como así hicieron, por ejemplo, en un viaje al Valle del Jerte, y también para animar a disfrutar «da feira e da festa».

«Foi frouxiña, de cereixas vendín a metade ou menos»

Jesús García, vecino de Larín, lleva 25 años acudiendo a la Feira das Cereixas con su puesto. Dice que ayer había bastantes, aunque más «espallados»: «O Concello inténtanos colocar o mellor posible, pero as medidas son as que son». Según su experiencia, la feria de ayer en Paiosaco fue «frouxiña, moi suave». Estima que vendió la mitad o menos de las cerezas que dispensó el año pasado: «A xente está máis desanimada, e faltan ademais clientes habituais. Falta xente, hai medo».

García sale a vender prácticamente cada día: «Cada mercado que fago é un circo novo». Aprecia que hay falta de ánimo y que esto se nota hasta en la hora de finalización: «A Feira das Cereixas era raro acabala antes das catro da tarde, pero hoxe [por ayer] á unha e media podías recoller».

BASILIO BELLO

Animación, eso sí, política: un epicentro de la campaña

Los mercados suelen ser de los escenarios más frecuentados por los distintos grupos políticos para dar a conocer sus propuestas en un contexto electoral. Así fue ayer en Paiosaco, donde al menos coincidieron tres partidos: PP, PSOE y BNG. No hubo animación festiva, pero sí política, desde luego. Fabiola García, conselleira de Política Social y candidata popular, no dudó en acercarse a los puestos de cerezas acompañada por el alcalde larachés, José Manuel López, que ejerció de anfitrión, y por el también candidato y edil carballés Rubén Lorenzo, entre otros.

BASILIO BELLO

Socialistas de la comarca, respaldando a Martín Seco, Begoña Rodríguez o José Souto, aprovecharon asimismo la mañana para repartir información entre los asistentes, y desde el BNG recibieron a Xosé Luís Rivas, Mini, diputado en el Parlamento gallego y número 2 de la actual candidatura. En un mercado como este, el de las cereixas, el más importante del año para Paiosaco, aprovecharon para hablar de un asunto que conocen bien: el rural, el agro. Reclamaron cambios estructurales en los sectores primarios gallegos. Políticos de distintos puntos hicieron de la localidad epicentro de la campaña.

BASILIO BELLO