El párroco de Malpica gana el pulso con el gobierno local por el Santo Hadrián

Cristina Viu Gomila
Cristina Viu CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO

BASILIO BELLO

El domingo habrá misas en la iglesia y la capilla, pero no procesión

17 jun 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Habrá romería del Santo Hadrián el domingo en Malpica, lo que significa que el párroco , Aquilino Fernández, ha ganado el pulso que le echó el concejal de Seguridad, Alfredo Cañizo, quien pretendía que no se celebraran las misas para evitar la aglomeración de gente en el entorno de la capilla.

Aquilino Fernández recibió ayer de la subdelegación del Gobierno la autorización para los oficios, aunque se le recuerda que debe cumplir las normas impuestas por el covid-19. No habrá este año la procesión, el acto más multitudinario de la celebración y la imagen será trasladada desde la iglesia hasta la capilla en coche, sin ceremonia alguna.

Otro de los cambios es que habrá un doble oficio simultáneo a las 9.00 horas. Podrá seguirse en san Xulián o ya en el monte. Los párrocos de Pazos y de Corme serán los encargados. A partir de ahí habrá misas cada hora en la capilla, como es habitual, y la solemne será a las 13.00 horas. También habrá una por la tarde, a las 18.00, y la de las 19.30 horas será en el templo parroquial.

El cura cuenta con que la gente acuda de forma escalonada y guardando las medidas de seguridad. Las principales son el mantenimiento de la distancia social y el uso de mascarillas.

El párroco ha defendido siempre la libertad de culto, «que está en la Constitución» y recuerda que Galicia se encuentra ya en la fase conocida como nueva normalidad.

Ayer mismo hubo un funeral por todos los fallecidos por el covid-19 al que asistieron un centenar de fieles y para el sábado, a las 11.00 horas, se ha programado una misa de acción de gracias, porque «que se sepa, en la zona no murió nadie».

El párroco recordó, además, el milagro atribuido a san Adrián, tiene tanto que ver con el coronavirus que han sido muchos los malpicáns que han acudido casi a diario a encomendarse a la imagen.

A cuenta de la fiesta se ha vuelto a poner de manifiesto las pésimas relaciones entre el párroco y el ejecutivo local. También la falta de control del alcalde, puesto que el edil Alfredo Cañizo envió a la Guardia Civil y la subdelegación del Gobierno cartas demandando que se prohibieran las celebraciones sin antes hacérselo saber a sus socios del PSOE y el BNG, que se enteraron al día siguiente de la existencia de las misivas. Fue entonces cuando decidieron ponerse en contacto con el cura para saber cuáles eran sus planes y ese mismo día también salió otro envío de Alfredo Cañizo al arzobispo, según explicó el mismo. Ayer debía celebrarse un encuentro a tres bandas para que el gobierno tripartito decidiera sobre la fiesta del Santo Hadrián, pero la autorización de la subdelegación del Gobierno la ha dejado sin efecto.

Sin embargo, el hecho de que el concejal de Seguridad ya hubiera reclamado el apoyo de las autoridades para la suspensión de las celebraciones sin que lo supiera el regidor ha supuesto un problema político, que comentó profusamente el sacerdote, muy poco dispuesto a recuperar las relaciones con los representantes municipales.