La Guardia Civil se incautó en Cee de 1.005 kilos que habían sido introducidos en una planeadora sin iluminación nin señalización
13 jun 2020 . Actualizado a las 22:43 h.Agentes del Servicio Marítimo de la Guardia Civil se incautaron de 1.005 kilos de sardina que habían sido descargados por una embarcación en el muelle de Cee, eludiendo todos los canales de comercialización y trazabilidad, según da cuenta el instituto armado, que reseña asimismo que el modus operandi empleado «asienta las sospechas de que los responsables de esta descarga han diseñado una red de naturaleza y métodos similares a los utilizados para el contrabando y el narcotráfico». Esto es, detallan, que varias personas y en distintos puntos, tanto a pie como a bordo de vehículos o embarcaciones, realizan vigilancia para alertar sobre la posible presencia de la Guardia Civil o de cualquier otro cuerpo policial «relacionado con la lucha contra la pesca ilegal».
Pasaba poco de la una de la madrugada cuando los agentes que participan en el operativo en cuestión detectaron en aguas de la ensenada de Corcubión la presencia de una planeadora sin ningún tipo de alumbrado ni señalización. Había navegado con rumbo hacia la salida de la ría, pero volvía de nuevo a ella, esta vez con dirección al puerto de Cee, «y con varias cajas de color verde a bordo, manteniendo apagado cualquier tipo de alumbrado para dificultar o impedir su localización», informa la Guardia Civil en su comunicado. Fue entonces cuando los agentes se desplegaron por el muelle, donde en la zona de la rampa de la depuradora encontraron 64 cajas con sardina que, «sin duda, habían sido desembarcadas por la embarcación sorprendida». Pese a reconocer la zona y los accesos, no lograron localizar la planeadora ni tampoco a persona alguna, de ahí que los agentes estimen que fuese el sistema de vigilancias referido, al detectar el operativo, el que acabó llevando a los responsables del pescado a abandonarlo para eludir así la labor inspectora y las sanciones.
La tonelada de sardina fue trasladada a la base del Servizo de Gardacostas de la Xunta de Galicia en Muxía, desde donde será repartido para centros benéficos. La Guardia Civil sigue con la investigación de los hechos.