Los decomisos se extienden a todos los puertos de la Costa da Morte

Antonio Longueira Vidal
Toni Longueira CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO

Guardia Civil

Desde el 14 de marzo se realizaron más de 20 operativos

13 jun 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Una decena de personas denunciadas, todas ellas residentes en la zona, casi cinco mil metros de enmalle requisados, decenas de nasas decomisadas, un vivero precintado y más de una tonelada de diferentes especies de mariscos y pescados recuperados. Ese es a grandes rasgos el balance de los operativos realizados por la Guardia Civil, agentes de Servizo de Gardacostas de Galicia y las propias cofradías de la Costa da Morte.

Estos dispositivos comenzaron en los puertos de Soneira y Fisterra, sobe todo en Camariñas, Camelle, Muxía y Fisterra, y se extendieron hacia los de Malpica y la ría de Corme y Laxe.

Llama la atención el hecho de que una parte importante de los dispositivos se llevaron a cabo durante el estado de confinamiento, decretado por el Gobierno central entre el 14 de marzo y el 4 de mayo, fecha esta última en la que arrancó la fase cero de la desescalada. Unas semanas en las que, por lo general, el buen tiempo y las mareas invitaron a los furtivos a esquilmar las rocas y las playas de la zona.

Pero además de furtivismo hay que destacar también una serie de operativos contra la pesca ilegal. En concreto, por deficiencias graves en la documentación intervenida a los ahora denunciados, por carecer esta mercancía de toda trazabilidad que exige la Lei de Pesca de Galicia, por tratarse de especies en su mayoría de fase de desove y, por tanto, estar prohibida su captura.

En la Guardia Civil y en algunas cofradías vinculan este repunte de la actividad ilegal al creciente número de familias que se han visto en la obligación de recurrir a este tipo de prácticas para lograr unos ingresos como consecuencia de las graves secuelas del covid-19, aunque en la mayor parte de los operativos los denunciados son profesionales del mar con el permiso de explotación en vigor. Es como tener el enemigo en casa.

Como siempre, las sanciones administrativas incentivan este tipo de prácticas, con multas que oscilan entre los 30 y los 300 por las denominadas infracciones leves, y de 151 a 60.000 si se consideran graves.

«E agora temos que vixiar aos que chamamos furtivos de bañador»

«Un puño con marisco é un quilo de marisco. Cen puños con marisco, son cen quilos. Cen puños de marisco durante trinta días ao mes, son tres mil quilos de marisco. E se multiplica todo iso a una media de dez euros o quilo dálle 30.000 euros. Iso é o que pode perder unha confraría e só falamos dunha das concesións». Ramón Lema Romero es patrón mayor de la cofradía de la Camariñas, una de las que más quejas tiene por la presencia de furtivos en sus áreas de trabajo. Y justo en un momento en el que la campaña de verano está comenzado y por lo que apuntó, con buenos precios de cotización: «O berberecho vai a 8,80 euros, a ameixa xapónica está por riba dos dez euros o quilo e a ameixa fina anda polos 22 euros».

El problema, como todo, radica en el furtivismo y en la pesca ilegal: «Do marisqueo viven na confraría de Camariñas unhas 120 persoas, que representan a 120 familias. O furtivos esquilman praias e rochas, pero tamén os ingresos destes mariscadores, que teñen que pagar os permisos de explotación, a Seguridade Social... Hai que pagar as sementes, coidar dos bancos, pagar aos vixiantes... E todo para que o final se bote todo a perder. E agora por riba temos que estar pendentes do que nós chamamos o furtivismo de bañador», apuntó.