A causa del covid-19 y del parón de citas festivas, la imprenta San Cristóbal baiesa reenfoca su actividad hacia la protección
07 jun 2020 . Actualizado a las 00:14 h.«Sempre que hai un cambio hai que reinventarse, como pasou tamén cando chegou Internet, por exemplo. Neste momento tocou isto e ao mellor noutro tocará outra cousa», valora Gema Lema desde la Imprenta San Cristóbal baiesa. Cuenta que, junto con la Navidad, el verano es para ellos una época fuerte: hay mil y una celebraciones, se precisa cartelería, rifas, camisetas... «Pero todo iso este ano está cancelado, así que nos reenfocamos cara o tema de protección», indica. Han tenido que buscar nuevas vías, pero como dice Gema, con la ventaja de que ya abarcaban antes muchos servicios, desde papelería hasta regalos promocionales, cartelería o ropa laboral: «Nese sentido, foinos doado adaptarnos ao cambio». Ahora trabajan, por ejemplo, vinilos especiales de suelo para marcar las separaciones; cartas para la hostelería de usar o tirar o de metacrilato que se puedan desinfectar; pantallas o todo tipo de cartelería informativa requerida ahora en tiempos de coronavirus. «Deberiamos estar traballando moito máis, pero a verdade é que non nos podemos queixar», sopesa Gema, que coincide en la importancia de visibilizar testimonios positivos dentro del mal generado por la pandemia.
Gran parte de los clientes que acuden a ellos para este nuevo material ya los tenían de antes, «porque todos os sectores tiveron que adaptarse a causa do coronavirus», pero también es verdad que alguno nuevo ha llegado. «Abrimos algo máis de mercado», confirma Gema, deseando que la entrada de los nuevos clientes no sea temporal, sino para quedarse. Es una ventaja que no hayan tenido que adquirir herramientas a mayores para reconvertirse, lo que les permite dar una respuesta rápida a las demandas que llegan. Justamente antes de que toda esta situación comenzase, se habían hecho con dos máquinas, así que se encontraban ya preparados.
Refuerzo en el departamento comercial
La hostelería es uno de los sectores que está acudiendo a la Imprenta San Cristóbal para hacer frente a las normas exigidas por el covid-19. No se pueden tener cartas que vayan pasando de mano en mano, por ejemplo, así que se las demandan de usar y tirar, de metacrilato, plastificadas, fijas... Es una de las cuestiones en las que más están trabajando, pero también los vinilos para instalar en el suelo, de esos que marcan las distancias sociales a guardar. La cartelería interior es, asimismo, muy demandada e incluso las mascarillas personalizadas para áreas como la propia hostelería, las peluquerías o las clínicas de fisioterapia. «Chegar e ver un equipo enteiro coas mesmas mascarillas, dá unha imaxe...», indica. Desde San Cristóbal distribuyen además dosificadores de gel, «feitos aquí na zona». Trabajan en la empresa ocho operarios, a los que hay que sumar dos comerciales, uno de reciente incorporación. «Para Nadal e verán sempre hai que reforzar ese departamento, e nesta situación tamén foi así», indica Gema. Se trata de dar a conocer los nuevos servicios.
En San Cristóbal, por seguridad y ante la petición de los trabajadores, han adaptado los horarios: ahora tienen jornada completa, de 08.00 a 16.30: «Rendemos máis. Tamén é verdade que eu, miña irmá e meu pai sempre facemos algunha hora a maiores».