La presidenta de la mariscadoras de la desembocadura del Anllóns no tiene demasiada confianza en la campaña. La situación de la Barra hace que haya aumentado la cota de arena, sobre todo en los bancos más ricos, como el de A Caduleira. La agrupación trabajó cinco días el pasado mes de mayo, para atender la demanda de su comprador. Lograron un precio bastante bueno, siete euros el kilo, que es una cantidad normal para la época del año. Sin embargo, las perspectivas no son demasiado halagüeñas y no cuentan con hacer un buen año, puesto que hay poco marisco de talla comercial.
Ayer volvieron a bajar a la ribera, pero lo hicieron para trasladar algo de berberecho, en un intento de salvar lo mejor posible la campaña de verano.
De momento no está decidido cuándo volverán a abrir la zona. Destaca la presidenta de las mariscadoras del Anllóns que tanto los bivalvos de Cabana como os de Camariñas son especialmente apreciados «porque aguantan máis tempo que os das Rías Baixas e por iso tamén os pagan mellor». De todos modos, las condiciones de trabajos con cada vez más complicadas, por lo que demandan que la Xunta y Costas actúen para solucionarlas.