Hablan los hosteleros: «Non compensa abrir por tres mesas nunha terraza»

Marta López CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO

BASILIO BELLO

Una docena de profesionales de la Costa da Morte cuentan sus impresiones

10 may 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Toda Galicia arrancará mañana la fase 1 del camino hacia una nueva normalidad en la que habrá que aprender a convivir con una enfermedad aún desconocida. Entre las nuevas concesiones figura la apertura de las terrazas al 50 %, una medida que no convence demasiado a los hosteleros. ¿Compensa desempolvarlo todo y reabrir las puertas para atender a tres o cuatro mesas en una terraza que, en muchos casos, no será respetada por la climatología? La respuesta, prácticamente unánime, del tejido hostelero de la Costa da Morte es la misma: no. Aunque hay, claro está, excepciones:

ANA GARCIA

«De momento comezarei eu soa, pero irei tanteando para ver se podo coller a alguén»

Jessica Rama, malpicana propietaria del bar Paula en Pazos (Ponteceso), logró ampliar el espacio dedicado a su terraza y, de este modo, pudo colocar unas catorce mesas que tratará de atender a partir de este lunes ella sola, al menos de momento. «A idea é ir tanteando aos clientes, tamén para adaptar o horario, que o terei que reducir ao estar só eu. O 25, en teoría, xa poderiamos abrir con limitacións o interior, a ver se así podemos ir facendo algo e collendo algún empregado do ERTE», comenta. Y es que, aunque sean pocos, lo importante es ir teniendo algunos ingresos para hacer frente a las facturas, por lo menos, que siguen llegando aún teniendo el local cerrado desde hace casi dos meses.

BASILIO BELLO

«Eu xa me vía tocado, pero agora polo menos temos fechas de referencia»

El Celme de Vimianzo tampoco abrirá por ahora; al menos, no hasta que puedan hacer uso del interior del local, aunque sea con menor aforo. «Temos ganas de empezar xa. Hai que arrincar e enfrontarse ao virus. Eu xa me notaba tocado, pero agora polo menos temos unhas fechas de referencia ás que agarrarnos», cuenta Carlos Gómez. En cuanto a su terraza, con el espacio que le dan desde el Concello podría colocar unas 3 o 4 mesas y no le ven rentabilidad, menos aún teniendo que depender del tiempo. «Despois está a incertidume de se a xente vai querer saír ou non. Se soubese que o bar ía funcionar como antes abría xa. A ver se, polo menos, se pode ir facendo algún ingreso para pagar as facturas», añade.

ANA GARCIA

«En bares pequenos non creo que sexa viable a separación de espazos»

«Por agora non temos apuro en abrir. O importante, ao final, é a saúde». Martín Fuentes, de la Cervecería Río Grande de Baio, esperará a subir la reja hasta que se recupere una cierta «normalidade» y pueda atenderse a la clientela en el interior. «Nin temos ganas de expoñernos nós nin sería viable coas medidas que están poñendo. Hai moitísimos gastos», dice Martín, y atendiendo solo las tres mesas que podrían colocar en su terraza, las cuentas no darían. Anticipándose a las indicaciones que podría dar el Gobierno una vez se permita el acceso a los locales, cree que las separaciones de espacios (con metacrilatos) «non son viables nos bares pequenos, como é o noso caso. Quizais en sitios grandes ou en restaurantes».

BASILIO BELLO

«A vida vale moito, e os traballadores tamén temos medo a contaxiarnos»

«Todo o mundo quere abrir, saír, pasear, xogar... Pero o importante é que non morra máis xente. A vida vale moito e os traballadores tamén temos medo a contaxiarnos». Es la opinión de Felipe Oróns que, junto con su hermana, lleva el restaurante O Bocho, en Laxe. Tampoco abrirán este lunes. Les daría para cuatro mesas y no les salen las cuentas: «Vamos esperar tamén a ver como fan os demais, pero non creo que abramos ata que deixen usar a barra. Ao 50 % non é rendible», añade. La ausencia de visitantes mermará mucho la cuenta a final de mes, como los cierres tempranos: «Aquí moita xente vén cear ás dez da noite. Para vender dúas cervexas non vale a pena, porque os gastos veñen igual», asegura.

ANA GARCIA

«Estivemos facendo servizo a domicilio e abriremos con horario reducido o luns»

Con dos locales anexos, Carlos Lagoa, gerente del Mac Rober, podrá atender «unhas vinte mesas ao día», alrededor de una tercera parte de lo que tendrían antes. «Ata agora estivemos facendo servizo a domicilio varios días a semana e o luns abriremos cun horario algo máis reducido», asegura el responsable del local, situado en la plaza de Cee. Se da la circunstancia de que justo antes de la declaración del estado de alarma, en los diez días anteriores, había contratado a tres personas: «Somos oito. Por agora demos de alta a un empregado e se vai ben iremos sacando máis», asegura, aunque es consciente de que no habrá una gran afluencia. «Aquí viñan moitos madrileños e peregrinos, que salvaban maio e xuño», dice.

Ana Garcia

«Non creo que volvamos funcionar antes da última fase, para o mes de xuño»

El caso del bar Guadalupe, en A Laracha, es un tanto diferente, pues no tienen terraza como tal y técnicamente no podrían abrir este lunes. Aunque tal y como comenta su responsable, José Ramón Paz, seguramente esperen a la última fase para volver a ofrecer servicio. En su local, de cerca de 170 metros, tienen 16 mesas, 14 taburetes y 20 metros de barra: «Penso que ata que non permitan abrir a barra non imos poder facer nada», asegura. Allí trabajan los dos dueños y un empleado, pero considera que haría falta poner a una persona dedicada exclusivamente a controlar la entrada y la desinfección.

ANA GARCIA

«Ao mellor empezo máis adiante para probar un prato novo que estiven ideando»

Mientras no se permita la movilidad interprovincial, Álvaro Rodríguez está en la misma tesitura de otros establecimientos hosteleros que viven sobre todo de los visitantes. Podría abrir su restaurante, Lonxa d’Álvaro, con unas 4 o 5 mesas en la terraza, pero no lo ve viable. «Igual vou probando para a seguinte fin de semana ou para máis adiante para presentar un prato novo no que estiven traballando estes días», cuenta Álvaro, aunque todo dependerá de cómo vaya evolucionando la situación. Su plantilla es de 6 personas, contando a dos autónomos. Se han acogido a un ERTE y la idea sería ir empezando ellos mismos y, conforme se admita usar el interior y vaya habiendo afluencia, ir incorporando a empleados.

BASILIO BELLO

«Isto vai ser como arrancar de cero, porque non sabes cal será a resposta da xente»

Si todo fuese tan fácil como abrir el lunes, aunque sean cuatro o cinco mesas, pero con la seguridad de que estarán ocupadas durante el día... Es la reflexión que se plantea José Manuel Vázquez, dueño de la taberna O Mexillón y de otra cafetería en el centro de Carballo. Con el espacio que le dan para su terraza solo podría colocar cinco mesas, con lo que mientras no cambien las limitaciones o pueda ampliar el espacio, no abrirá. «Aínda que fosen oito mesas, como sabes que vas traballar? Isto vai ser como abrir de cero, porque non sabes cal vai ser a resposta da xente. Se vai querer saír da casa, se vai ter medo... Ademais, en Galicia, sen contar os cambios de tempo, as terrazas funcionan catro meses ao ano», dice.

BASILIO BELLO

«Poñeremos vaixela dun único uso para que o cliente teña máis confianza»

Tras dos meses de encierro y de hacer vida social en la intimidad de los salones, no será fácil que los consumidores recuperen la confianza para volver a hacer cosas cotidianas como tomarse una cerveza en una terraza. Por eso en el Leño, Malpica, abrirán este lunes con vajilla y vasos desechables, para que los clientes sientan una mayor seguridad, explica Antonio López. Empezarán con 6 mesas (siempre que el tiempo acompañe) y darán servicio solo por las tardes, a excepción de los fines de semana, que arrancarán a mediodía. Por ahora irán «tanteando» el ambiente e introducirán medidas sanitarias como la utilización del baño en casos solo de extrema urgencia o la disposición de gel desinfectante.

BASILIO BELLO

«Se nos dá para cubrir todos os gastos xa se poderá considerar un bo ano»

Por diferentes medios le llegan a Juanjo Rey, responsable del restaurante O Centolo de Fisterra, todo tipo de borradores, rumores y propuestas de medidas a tomar por parte de la hostelería para llegar a esa nueva normalidad de la que tanto se habla. Sin embargo, y hasta que no tenga en sus manos algo «en firme» no volverán a abrir. «O que queremos é poder contratar aos nosos empregados como antes. Son como da familia e dáme pena a súa situación», comenta Rey. Tiene una plantilla de 8 trabajadores fijos, aunque van por temporada y justo al declararse el estado de alarma todavía no habían entrado. «Desde logo se nos dá para cubrir gastos xa se poderá considerar un bo ano», concluye Juanjo.

BASILIO BELLO

«Nós esperaremos, sobre todo, a que haxa unhas garantías sanitarias»

El restaurante Río Sil mantendrá su servicio de comida a domicilio, pero no reabrirá al público este lunes, ya que de tres mesas que tiene en el exterior de las instalaciones, solo podría atender en una, y evidentemente no compensa poner a rodar toda la maquinaria para despachar una única mesa. «Esperaremos, sobre todo, ata que haxa unhas garantías sanitarias», argumenta Marcos Seoane, que añadía estos días que «non hai aínda uns protocolos estandarizados e creo que iso é tan primordial como falar de como e cando se vai poder abrir». El establecimiento carballés tiene una plantilla de 7 empleados y 2 autónomos. Decidieron, además, ceder las instalaciones de su hostal para el alojamiento de trabajadores desplazados.

BASILIO BELLO

«Aquí traballamos sobre todo co turismo, así que non abriremos por agora»

A diferencia de otros locales de Camariñas que son frecuentados sobre todo por vecinos (y que sí abrirán sus puertas próximamente), Mari Carmen Rodríguez, dueña del Café-Bar Victoria, mantendrá la reja bajada hasta que no tenga «máis seguridade» para poder reabrir. «Aquí traballamos sobre todo co turismo; co cal, se non hai mobilidade máis que na provincia, pouco podemos facer, porque a xente non se vai desprazar», argumenta. Teniendo en cuenta la capacidad de su terraza, podría habilitar unas seis mesas, pero prefiere no arriesgarse por ahora. «Non hai información sobre as medidas que imos ter que tomar; e a pouca que hai, dancha dun día para o outro», comenta Mari Carmen.