Las estructuras de madera no son muy habituales en la Costa da Morte, ni en la obra pública ni en la privada. Pero ejemplos hay. El centro social de Oza, en Carballo, es de los pioneros. O el de Soesto, en Laxe, del 2007 nada menos. El de Bértoa, en obras, no es de madera, pero en su interior tendrá un gran protagonismo. También lo tiene la premiada Casa Chao de Corcubión, de Creus y Carrasco. Y, desde luego, la cúpula del dolmen de Dombate.
En la comarca, la Asociación de Carpinterías de Madeira (Atacarma), trata a menudo sobre el uso de este material. Hace unos días los directivos, que encabezan Jesús Puente García, se reunieron con la Axencia Galega da Industrial Forestal y mañana estarán en O Couto (Ponteceso) con el conselleiro Francisco Conde.