Una excavadora abrió ayer un estrecho canal en medio de una gran expectación
29 feb 2020 . Actualizado a las 05:00 h.Tras varias semanas de espera, la laguna de Baldaio y el mar están de nuevo conectados. La operación fue sencilla: desde las 8.00 de la mañana, una retroexcavadora abrió un estrecho canal en la arena, desde el océano hasta el puente, al que llegó poco antes del mediodía. Después, por el otro lado, mucho menos tramo. Todo, hasta las 16.00. Fue curioso ver cómo, bastante antes de alcanzar el puente que lleva desde noviembre solo sobre arena, el agua ya fluía débilmente hacia el mar, buscando el nuevo cauce (y hallándolo) por infiltración.
Estos trabajos se desarrollaron en medio de una gran expectación política y vecinal. Mucha más no, porque la zona estaba precintada desde primera hora, bajo la vigilancia de Protección Civil. Los trabajos los explicaron dos conselleiras, Ángeles Vázquez, de Medio Ambiente, y Rosa Quintana, de Mar. Vázquez señaló que, antes de autorizar estas obras, se han hecho estudios a cargo de biólogos, con la supervisión del Instituto Universitario de Biodiversidade de la Universidade de Santiago. Que se ha tenido en cuenta al colectivo de mariscadores, a los vecinos y, en general, al ecosistema, por el «gran patrimonio natural» que atesora. Y que, en todo caso, es un primer paso de cara a una estrategia mucho más amplia de conservación de la zona, de cara al futuro. Porque de momento se ha dado respuesta a la urgencia de una actuación que debe dar salida al elevado nivel de agua de la laguna, en unas cotas que ni los más viejos recuerdan, y que tiene consecuencias graves para vecinos y mariscadores. Tanto unos como otros también estaba ayer sobre el puente, viendo los trabajos de la máquina, que tenían previsto seguir hasta última hora de la tarde, con la llegada de la pleamar. Los mariscadores señalaron, una vez más, su temor de que el acúmulo de agua dulce pueda dañar su marisco. Han invertido mucho tiempo y dinero en la siembra de almeja (también trabajan el berberecho y el longueirón) y temen que pueda haber una elevada mortandad. Lo sabrán en breve, cuando baje el nivel. Si se confirman sus peores presagios, será un mazazo, como deslizaban algunos, pero ya se verá.
La conselleira de Mar, Rosa Quintana, indicó que la situación era efectivamente complicada, y que los trabajos debían respetar el equilibrio medioambiental de una zona tan sensible, como así se ha hecho. Recordó además que las tareas realizadas el año pasado en esa zona marisquera dieron un «magnífico» resultado, y añadió que lo prioritario es que el ecosistema se recupere, y después ya se irán abordando otros asuntos.
La conselleira Vázquez incidió en que la apertura del río ha estado en todo momento controlada por los técnicos. Baldaio es en buena parte lo que es gracias a ese intercambio mareal de agua dulce y salada. Y señaló que no se pudo hacer nada antes, como muchos pedían, porque hacían falta informes. Cuando el nivel se recupere, se avanzará en un plan más amplio de recuperación de todo el conjunto.
Los vecinos, pendientes del desagüe
La estrechez del canal puede parecer insuficiente para desaguar, pero es una decisión técnica. Así se impide una gran avulsión en los primeros momentos, y además las corrientes ya irán haciendo sus efectos poco a poco. Y la mareas, porque las altas también actuarán. Ya se verá hoy cómo actuó la de ayer, a la caída de la tarde. Y ya se verá cómo afectan las primeras vivas, previstas para el 9 de marzo. En todo caso, el agua de momento fluye. Los vecinos de la zona del cámping, los más afectados por la inundaciones, estaban ayer muy pendientes de esta evolución.
En las obras también estuvo el alcalde, Evencio Ferrero, y tres ediles, pero llegaron cuando las conselleiras se iban, porque no fueron invitados, como indicó el regidor, y señaló más tarde en el Concello, matizando que los ediles del PP sí lo estaban. El grupo de gobierno se acercó para ver cómo iban las obras. También estaba prevista una visita por la tarde, de un diputado y responsables de En Marea, además de Xuntos Carballo.