Vimianzo logra el mejor porcentaje de vacunación de toda el área sanitaria

Juan Ventura Lado Alvela
j. v. lado CEE / LA VOZ

CARBALLO

Ana Garcia

Las enfermeras ofrecían protegerse contra la gripe y administraban la dosis ya en el día

21 feb 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

No ha sido un entorno urbano con las mejores comunicaciones, ni siquiera un pueblo pequeño con la población muy concentrada en el mismo punto, sino un municipio rural de 187 kilómetros cuadrados, 14 parroquias y más de 130 núcleos de población. Vimianzo ha conseguido el porcentaje más alto de mayores de 65 años, un 67,04 de vacunación contra la gripe de toda el área sanitaria, que tiene el de A Coruña y el de Cee como hospitales de referencia.

Y el secreto del éxito, que no tiene premio, pero sí una sensación de satisfacción generalizada por el trabajo bien hecho, radica en una receta bastante sencilla: información a los pacientes, organización y compromiso. De este modo, las profesionales del centro aprovechaban cualquier visita al ambulatorio, para lo que fuese, desde tomarse la tensión, hasta controlar la diabetes o llevar un nieto a revisión, para ofrecerle a los usuarios la posibilidad de vacunarse.

Ahí las enfermeras e incluso la matrona, que también les ha echado una mano, estaban todas a una, independientemente del servicio al que se encuentren asignadas sea el de adultos o el de pediatría. En caso de que el paciente aceptase la proposición y decidiese vacunarse, ya le aplicaban la dosis en el mismo momento, tuviese o no cita.

Parece una cuestión menor pero, en realidad, resulta muy trascendente porque tienen comprobado que aunque la persona esté interesada, si se va a su casa y tiene que volver unos días o una semana después, esa intención, muchas veces, se pierde por el camino y, al final, queda sin protegerse.

En un municipio con un porcentaje tan alto de gente mayor y con la población tan dispersa el principal reto organizativo ha sido llegar a todas esas personas que están encamadas o que se encuentran en una situación de movilidad reducida. La atención domiciliaria siempre implica un esfuerzo extra, y en este caso, también. Para hacerla lo más efectiva posible, las sanitarias planificaban previamente las rutas, incluido las vías de comunicación que iban a utilizar, para poder llegar en un mismo día al mayor número de casas posibles.

Ya en el centro, la previsión también jugó un papel importante a la hora de conseguir la máxima eficiencia. Así, a última hora de la mañana, que es cuando, en general, las profesionales tienen una menor carga de trabajo -el centro es de los que más servicios presta de la zona y la actividad acostumbra a ser bastante alta- aprovechaban para analizar las historias clínicas de los pacientes citados.

De este modo, al día siguiente el acto de vacunación en sí lo resolvían de manera muy rápida, al tiempo que también tenía controlado si al paciente le faltaba algún otro tipo de vacuna, como las meningocócicas, en su vacuna.

Gracias a todo ello, entre el 14 de octubre y el 27 de diciembre, que duró la campaña, e incluso en enero vacunaron a 1.540 vimianceses de más de 65 años, 860 de ellos mayores de 75.