El cerdo encarece este año el cocido

Cristina Viu Gomila
cristina viu CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO

Ana Garcia

Grelos y patatas están más baratos que el año pasado, pero la peste porcina en China ha puesto la carne más cara

21 feb 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

El kilo de patatas está ahora 30 céntimos más barato que hace un año y el manojo de grelos cotizaba ayer en el mercado de Carballo medio euro por debajo de lo que costaba el pasado entroido. La rebaja es considerable, pero no solo de delicias de la tierra se alimenta el cocido, plato típico de estas fechas. Para compensar que ni las heladas ni la lluvia han estropeado las cosechas, el cerdo se ha convertido en un codiciado objeto de deseo, sobre todo en China, donde la peste porcina ha disparado la demanda de cochinos procedentes del extranjero. Hace ya cuatro años las orejas se pusieron por las nubes. A 7,5 euros llegaron a cotizar en el 2016 también a causa de la demanda china. La cosa no es tan grave, pero desde entonces no hay quien baje los pabellones auditivos de los gorrinos de los 5 euros el kilo. A 5,5 se comercializaban ayer.

Es el pack del cocido lo que ha subido. Carlos Padín, que tiene una carnicería en el mercado, cuenta que lo que la gente compra ahora es la panceta, la cachucha y los chorizos y que los filetes son para el verano. Es el motivo por el que la carne sin grasa mantiene su cotización y todo lo que lleve sebo o dé sabor dispara su cotización. Pero incluso el pollo de corral, que nada tiene que ver con la demanda asiática, ha roto la barrera de los 8 euros tras la que llevaba años instalado. «Hai que crialos», comentó Carlos Padín a modo de explicación.

Por lo que se refiere a la verdura, los grelos se comercializaban ayer a 1,5 euros, un precio mucho más asequible que los 2 que alcanzaron el año pasado a dos semanas de las fechas centrales del entroido. Como en el caso de las patatas, la culpa la ha tenido el tiempo adecuado. Hace 12 meses, constantes heladas que siguieron a copiosas lluvias hicieron muy difíciles las cosas a los agricultores. Las cosechas fueron parcas, todo lo contrario de lo que se espera del entroido. Este año no ha sido así, aunque los tubérculos comienzan a acusar un mal almacenaje.