El cierre de la laguna de Baldaio provoca inundaciones en todo su entorno

Santiago Garrido Rial
s. g. rial CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO

La arena se acumula en varios puntos de Baldaio, dificultando el flujo del agua

13 feb 2020 . Actualizado a las 11:16 h.

Hace casi cuatro meses que el canal que comunica la laguna de Baldaio con el mar está sellado de arena, justo debajo del puente que cubre lo que antes era un río que, en determinados días, tenía una corriente con una fuerza espectacular. Pero ahora es una enorme lengua de áridos que no ha dejado de crecer, casi hasta la base superior del puente, y el agua se ha abierto paso justo al lado, por el punto en el que antes los viandantes podían cruzar hacia las dunas y la playa de As Saíñas.

Con todo, pese a esa vía de escape y salida del agua, el desagüe de la marisma es ahora muy inferior al anterior, y en función de las mareas el nivel acumulado en el interior es muy elevado. Tanto, que en las áreas cercanas ya se está notando desde hace días, por ejemplo, en el Camping Baldayo, donde el agua llega ya a la puerta, junto al muro, además de a la vía de acceso frontal. Y también a la larga pasarela de madera que enlaza con las viviendas de A Pedra do Sal.

Esta pasarela, uno de los grandes atractivos turísticos de este paraje protegido de gran valor ecológico, discurre a una cierta altura del nivel del agua en la marisma, pero justo estos días apenas hay unos centímetros entre ambos en determinados momentos de la jornada, y prácticamente desborda, lo que da una idea de cómo se ha ido acumulando.

Una de las personas que mejor conoce las diferencias es Merchi Fernández, del cámping y restaurante. Lleva toda su vida en él, y no sale de su asombro: «Nunca estivo como está agora. Ás veces había mareas fortes, por exemplo no mes de agosto, pero en canto pasaban baixaba e volvía todo á normalidade. Agora non! Agora apenas se notan as diferenzas de cando sube a cando baixa, está sempre moi alto», explica.

«Nunca estivo como está agora», explica la responsable del cámping

Alarmados por los cambios, se ha puesto en contacto tanto con el Concello como con Costas, la competencia sobre ese paraje es autonómica, de Conservación da Natureza. También han contactado con la entidad ecológica Arco Iris, quien organizó una limpieza a finales de enero. Pero eso de poco sirve ante lo que tendría que ser al menos un gradado en condiciones, porque no es solo que lo acumulado tapone el puente, es que el acumulado en el interior también limita el espacio para que fluya el agua.

Otros años, las mareas y tormentas solían poner y sacar la arena con relativamente poca diferencia de días, lo que no está pasando ahora. Los cambios son mucho más frecuentes en el río de Razo, que varía de lugar, a veces con llamativos taludes de varios metros, con tanta intensidad que ya casi son rutina.

Aplazada una reunión a varias bandas para buscar una solución

Para el sábado pasado estaba prevista la celebración de una reunión a varias bandas para buscar una solución o, al menos, debatirla. Iban a estar presentes representantes de Costas, Medio Ambiente, Pesca, Concello de Carballo, mariscadores, entidades ambientalistas... Pero, finalmente, fue aplazada para el próximo mes de marzo, según explicaron ayer desde el Concello.

El alcalde, Evencio Ferrero, señaló que tiene conocimiento de que Costas está dispuesta a realizar una actuación, pero los permisos dependen de Conservación da Natureza de la Xunta, por ser su ámbito de competencias, pero de momento no lo ha habido, así que todo va a seguir como estaba, o peor. El Concello, en todo caso, no puede hacer nada: no tiene ni competencias ni mucho menos medios. Pero por una razón o por otra, al final la laguna y su entorno quedan casi en tierra de nadie, y eso que por la masa de agua, la marisma, las dunas y la playa es uno de los lugares de mayor interés natural de Galicia.