Cáritas y Concello de Vimianzo firman arreglar una casa para emergencia social

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El Concello sufragará una parte de los gastos de la reforma y rehabilitación de la vivienda

06 feb 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Cáritas y el Concello de Vimianzo firmaron ayer un convenio para convertir un inmueble en casa para emergencia social. Fue la alcaldesa, Mónica Rodríguez, a Santiago para suscribir con el director de la organización diocesana, José Anuncio Mouriño Raño, un acuerdo para la cesión de la llamada Casa de las Ánimas a familias empadronadas en la capital soneirana y que se encuentren en situación de necesidad o emergencia social. Estuvo también presente el párroco vimiancés y consiliario de la agrupación benéfica, Daniel Turnes Rey.

El inmueble que es objeto del acuerdo está situado en el número 43 de la avenida de Fisterra y es propiedad del arzobispado. Fue cedida en su día a Cáritas para que pudiese ser utilizada para personas en situación de emergencia social. La vivienda ya se venía utilizando como alojamiento de urgencia para gentes del municipio que por un motivo u otro se habían quedado sin hogar y no dispusiesen de medios para alcanzar otro. No obstante, el estado de la edificación aconseja que se lleven a cabo mejoras para hacerlo habitable.

El Concello y Cáritas firmaron, por ello, que colaborarán «en el ámbito del bienestar social a efectos de dar solución a determinadas situaciones de emergencia social o de necesidades debidamente justificadas» que se generen en el territorio municipal.De este modo, el Concello sufragará una parte de los gastos de reforma y rehabilitación de la vivienda y de sus anexos con el fin de que pueda reunir las condiciones mínimas de habitabilidad.

Tanto Cáritas Diocesana como la parroquial de Vimianzo ponen la casa a disposición de personas o familias empadronadas en el municipio y llevará a cabo las obras previamente establecidas.

En el acuerdo firmado se incluye la creación de una comisión mixta formada por dos personas por cada parte firmante. La presidencia será alternativa cada año. Uno le tocará a la alcaldía, y otro, al párroco. El convenio tendrá una vigencia de cuatro años y un compromiso de prorroga de otros diez más.

En principio ya está prevista la acogida de una familia de refugiados sirios, un matrimonio y cinco hijos menores de edad. Será por un plazo de dos años. Tienen posibilidad de prórroga, pero deberá ser determinada en función de una valoración que hagan los miembros de la comisión.

El anuncio de esta acogida se hizo pública en el transcurso del último festival que Cáritas celebro, como todos los años, antes de Navidad.