Eduardo Garrone, el caballero italiano que pasó de benefactor a gran acusador

luis lamela

CARBALLO

RAMON CAAMAÑO.

Hace casi tres años, el Concello le retiraba el título honorífico al ingeniero que dirigió Carburos Metálicos

14 dic 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

En enero de 2017, el Concello de Cee retiró el título de hijo adoptivo a Eduardo Garronne. ¿Quién fue este individuo? Eduardo Garrone de Cristoforis nació en 1881 en Génova (Italia), y estuvo casado con Fannucia Fanny Ollino Corradi, también italiana. Ingeniero industrial, en la segunda década del siglo XX llegó a Cee como director de la fábrica de Carburos Metálicos. Lo acompañaba su esposa y un hijo de corta edad, Pierre. En julio de 1921 nació otro, Amalia Renata Marcela Lili, y, después, Gastón, completó la familia.

Eduardo Garrone fue un hombre extrovertido y participó en la vida social, deportiva y cultural de Cee desde su llegada. Proponía y organizaba diversas actividades. Fue uno de los fundadores de la primera banda de música que inició Andrés Sacristía, un exmaestro de Cornetas en el Ejército, empleado en el economato de la fábrica de Carburos.

Garrone creó una comisión de convecinos y en tres o cuatro días recaudaron 8.000 pesetas para el instrumental. Protegió y mejoró la agrupación en sucesivos años. Y por esta labor, en julio de 1935 la banda le entregó un artístico pergamino para testimoniarle gratitud. Y en el chalé de los Garrone celebraron una animada fiesta en la que obsequió a los asistentes con un lunch.

Entusiasta del deporte rey, en el que destacó en su país de origen, Garrone promocionó el fútbol ayudando al club Junquera a organizar veladas teatrales en el salón de la Fundación, con comedias como, Entre parientes o La praviana, de Echegaray y Vital Aza. En el elenco de actores hay apellidos que en 1936 fueron fusilados: Trasmonte, Chouza... Colaboró también con las comisiones de fiestas y en un periódico sin identificar y sin fecha -quizás de 1928/9- la comisión estaba formada, presidente, el alcalde, Segundo Trillo; y vocales, Lois, Garrone, Guillén, Piñeiro, Vigo, Madriñán... La flor y nata de la sociedad ceense de la época.

Individuo con muchas relaciones sociales y profesionales, por el cargo que ocupaba había gente que deseaba su amistad, y era invitado a numerosos actos. Y por esas actividades, en algunos casos altruistas, la corporación municipal de la Unión Patriótica, de Miguel Primo de Rivera, acordó nombrarle Hijo Adoptivo de Cee, pero la entrega quedó pospuesta con el cambio de régimen.

No obstante, la nueva corporación «abundando en los mismos sentimientos, se apresta a ejecutar dicho acuerdo mediante la celebración del correspondiente acto oficial en que se entregará al aludido un artístico pergamino en que consta el decreto municipal», según una crónica en La Voz de Galicia del 28 de mayo de 1930. Por ese motivo, un grupo de amigos determinó que la nueva corporación materializase el nombramiento aplazado. Y en diciembre de 1930 en el chalé de Garrone se celebró el acto de nombramiento de hijo adoptivo. Fueron el alcalde Mayán Nimo y sus tenientes García Pérez y Leis Pose, así como los invitados Segundo Trillo, Alfonso Rial Mouzo, Alejandro Lastres Carrera y todas las fuerzas viva, quienes entregaron un pergamino, una artística composición enmarcada en plata y firmada por el pintor coruñés Seijo Rubio, en el que figuraban alegorías al trabajo, los escudos de España y Génova, y una vista de la fábrica de Brens.

En la entrega el alcalde leyó el acta. Contestó Garrone «que en su actuación no veía otros méritos que los de haber cumplido con los deberes que su cargo le impone y otros de hospitalidad con que correspondía al noble acogimiento que su persona ha tenido en este país...». En enero de 1931 recibió otro homenaje por el título anterior. Concurrieron más de 80 individuos de Corcubión y Cee, «lo más selecto y calificado de ellos, sin distinción de clases ni categorías» (sic), celebrado en el aula de música de la Fundación. Sirvió lunch la confitería-bar La Mezquita, de Eulogio Rey. Amenizó la banda de música, ya dirigida por Rebollar.

Consejero delegado

En ese mismo mes, la empresa que dirigía, Hidro-Eléctrica del Pindo, adquirió la casi totalidad de las acciones de Electra del Jallas, y él fue nombrado consejero-delegado, además dirigir Carburos. Y también fue vicecónsul de Suecia en Corcubión.

El 14 de abril de 1931 se proclamó la Segunda República, y en marzo de 1932 Eduardo Garrone fue nombrado, por Francisco Largo Caballero, director general de Trabajo, vocal patrono suplente del Jurado Mixto de Agua, Gas y Electricidad, de A Coruña.

Integrado en el nuevo régimen político, el 14 de abril de 1934 el Ayuntamiento y el consejo local de primera enseñanza coadyuvaron al esplendor de la fiesta de proclamación de la República y de afianzamiento republicano con actos culturales y una «soberbia procesión cívica» con las autoridades al frente, con unos 500 niños de las escuelas y sus maestros y todo el Cee republicano en formación.

Recorrieron las calles y cantaron un himno republicano con la música dirigida por Rebollar, se dispararon cohetes y bombas y se dieron vivas a la República y a España, con la colaboración económica de Garrone.

En 1936 delató a varios obreros «peligrosos e indeseables»

Llegó 1935 y con él una gran alegría. En junio regresó de Italia su hijo Pierre tras obtener en Madrid la licenciatura en Medicina con matriculas de honor, y el doctorado con la nota máxima en la Universidad de Bolonia. Pero la felicidad suele ser breve, y se trunca muy pronto. El 3 de agosto falleció de apendicitis Pierre Garrone a los 24 años. Tuvo que operarse del mismo problema su hermana Lili en junio de 1936.

Y, llegó la sublevación franquista, y Garrone se convirtió en activo y entusiasta militante de FET y de las JONS. Frecuentaba actos y aparecía en los listados de donaciones a los nacionales. En la suscripción para la defensa de la patria figura a primeros de septiembre de 1936 la Hidro-Eléctrica del Pindo con 10.000 pesetas; la Electra del Jallas, 2.000; Eduardo Garrone y esposa, 2.050; su hija Lilí, 100; y Gastón, 100... En agosto hubo detenciones de obreros que organizaron la huelga general. Y con las detenciones llegaron los procesos judiciales por intentar frenar el golpe de Estado y Garrone aportó informes al juez. De José Lago Fernández Granado; José Díaz Cernadas y Florentino Canosa Barreiro, dijo: «Se trata de tres marxistas exaltados, cuya presencia en Brens constituye un peligro. Por el bien y la tranquilidad de todos, es de desear que no vuelvan a trabajar en esta Fábrica».

O que «con Florentino Canosa, Roberto Mayán y Norberto Recamán es uno de los obreros de nuestro taller mecánico, que juzgamos indeseables y peligrosos...», entre otras acusaciones que justificaron que los militares sublevados los condenasen a muerte.

En los primeros meses de la sublevación, Carburos fue intervenida por un Comité de Incautación Militar. Y en noviembre de 1936 las crónicas noticiaban que «todos los obreros y empleados de la Fábrica de Carburos [...] vienen contribuyendo con un día íntegro de haber a la suscripción para el Ejército, y su aportación ascendió en el mes último a 1.384,75 pesetas...». Y Garrone hacía más aportaciones puntuales o periódicas a los comedores del Auxilio Social -su esposa era la delegada- y aparece en diciembre como donante al Monumento al General Franco. Viajó el 20 de marzo de 1937 a Burgos, seguramente para entrevistarse con los jefes golpistas. Y a Coruña el 23 de agosto para entrevistarse con el gobernador civil y confirmaba su íntima relación con el régimen golpista.

«Nuestros espíritus caerán sobre su tumba»

Después de más de 20 años de residencia en Brens, y un año y 39 días del fusilamiento en Punta Herminia de los obreros de Cee, Garrone falleció a los 56 años a causa de una gripe y una bronconeumonía el 17 de enero de 1938, casi sin tiempo de sufrir remordimientos o problemas de conciencia. Y, en un obituario publicado en La Voz el 21 de enero, se dijo que fue un «verdadero padre de sus numerosos obreros y empleados que admiraban y a él acudían confiadamente obteniendo siempre pan y consuelo. Como ciudadano, era... Activo y entusiasta militante de FET y de las JONS desde los primeros instantes».

Los informes enviados por Garrone, junto con los emitidos por Guillermo Quintana Pardo, tan dañinos o más que los de aquél, ayudaron a fijar las condenas. Pero los fusilados del 9 de diciembre de 1936 tuvieron la oportunidad de escribir, antes de morir: «Nuestros cuerpos mañana caerán en tierra; pero nuestros espíritus caerán sobre su tumba...», palabras dirigidas al ingeniero italiano, según dejó constancia la tradición oral.