La Guardia Civil localiza a las dos menores agredidas en Carballo por darse un beso

Antonio Longueira Vidal
Toni Longueira CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO

BASILIO BELLO

«Dudamos si actuar de oficio o dar carpetazo para que no las echen de casa», dijeron

25 nov 2019 . Actualizado a las 13:02 h.

Agentes de la Guardia Civil de Carballo ya tienen identificadas a las dos menores, con edades comprendidas entre los 16 y los 17 años, que, supuestamente, sufrieron una agresión por parte de tres menores de la misma edad hace algo más de dos semanas en el parque do Anllóns, en la zona denominada la cúpula. El motivo de la agresión: besarse en público.

El problema que se les plantea ahora a los responsables del instituto armado es si deben, o no, actuar de oficio. «Por ley tenemos que hacerlo al tratarse de un delito de odio y homofobia, pero, ¿y si lo hacemos y provocamos con ello que los padres las echen de casa? ¿Merece realmente la pena investigar algo sin consentimiento expreso de las víctimas? Las consecuencias de actuar de oficio pueden ser más negativas que positivas para las menores», argumentaron en la Guardia Civil. Y añadieron: «No hay denuncia alguna hasta la fecha y han transcurrido más de dos semanas. No hay un parte de lesiones derivado de esa agresión sufrida, las chicas no quieren denunciar bajo ningún concepto, tienen miedo a los agresores y, sobre todo, a sus familias por lo que les pueda ocurrir ya que en sus casas desconocen su orientación sexual».

Consenso

En todo caso, en la Guardia Civil insisten en que se las invitó a denunciar y que siguen pendientes de ellas por si cambian de opinión o surge alguna novedad de última hora en este caso. Es más, en el instituto armado todavía no han dicho la última palabra y quieren consensuar una decisión definitiva «en breve» para que prevalezca sobre todo «el interés de las chicas de olvidar el tema lo antes posible».

Uno de los datos que invitan a no continuar con la investigación es el hecho de que las menores, no quieren denunciar la agresión, pese a las heridas sufridas en el rostro y el cuerpo como consecuencia de los golpes recibidos.

Mentiras en el centro de salud

Y para evitar una actuación de oficio, «las chicas, por miedo a las represalias de los padres, argumentaron en el centro médico de Carballo, donde fueron atendidas, que se habían caído en la calle», según apuntaron desde el entorno de las dos menores, en donde volvieron a recalcar «el miedo a ser descubiertas y que su padres las echen de casa». Y añadieron: «Las niñas tienen casi más miedo a sus padres que a los tres chicos que las golpearon. No quieren, bajo ningún concepto, denunciar, y lo único que esperan, y desean, es no ser descubiertas».