¿Quién cree y quién no en la CMAT como instrumento turístico definitivo?

Juan Ventura Lado Alvela
J. V. Lado CEE / LA VOZ

CARBALLO

SANTIAGO GARRIDO

La entidad al frente del geodestino debe decidir de una vez por todas que quiere ser y no le faltan retos que afrontar

11 nov 2019 . Actualizado a las 00:00 h.

La respuesta a la pregunta del encabezado podría ser directamente nadie o muy poca gente, porque son tantas las amenazas, los intereses dispares y las dudas que a la Costa da Morte Asociación Turística le quedan muchas piedras que sortear en el camino para consolidarse, de una vez por todas, como el elemento central de la gestión turística en la zona y también como un referente importante de identidad territorial. Pero la realidad es bastante más compleja y sí hay quien cree en el proyecto o quien, aún no creyendo demasiado, entiende que en estos momentos es la apuesta que hay encima de la mesa y cabe aprovecharla. Por ejemplo, APTCM está interesada en que salga adelante, el alcalde de Mazaricos, como profesional del sector, también trató de darle un impulso en sus dos años largos de presidencia y el de Muxía, por juventud y empuje, acaba de asumir el mando con ilusión y con idea de poner todas las cartas boca arriba.

¿Cuáles son las reticencias?

Hay recelos y resistencias por muchos frentes. Por ejemplo, en la parte norte de la comarca varios responsables políticos, aunque no lo digan abiertamente, tienen la sensación de que el impulso turístico se centra demasiado en el Camino y, por tanto, se pasan por alto los que son los verdaderos intereses de las zonas por las que no pasa la ruta jacobea. Por otra parte, algunos actores consideran que el sector privado debería implicarse mucho más a nivel económico. En último caso son los principales beneficiarios del desarrollo turístico y entienden que si reciben los réditos lo lógico es que aporten. Al mismo tiempo, también les cuesta entender que la capacidad de decisión esté en otras manos que no sean las de los representantes políticos elegidos por los vecinos. Es más, algunas críticas al respecto de las últimas semanas han levantado verdaderas ampollas, porque entienden que se minusvalora el trabajo de muchos años.

¿Cómo influye el componente político?

Hay que tener en cuenta que en todo el costado sur de la comarca no existe ni un solo gobierno del Partido Popular. El sistema de geodestinos vino determinado por la Xunta con escasa interlocución con los representantes del territorio. Los alcaldes de la zona dicen sentirse tradicionalmente maltratados por el Gobierno de Feijoo y este es solo un elemento más. Entienden, por ejemplo, que a la Costa da Morte no se le da en Fitur el espacio que realmente le corresponde por peso turístico. Desde siempre vieron una estrategia que prima al sur de Galicia, que tiene mucha más trayectoria a este respecto. Además, no se puede olvidar que en pocos meses, desde las municipales hasta las autonómicas del año que viene, se han concentrado muchos períodos electorales y esos intereses partidarios se dejan notar en prácticamente todo.

¿Por qué es importante el momento actual?

Precisamente porque el hecho de que salieran a la luz las muchas dudas existentes y que se vayan a reunir los alcaldes debería ser la ocasión para que todos empiecen a hablar claro y ver a dónde quieren ir y con qué compañeros de viaje.

¿Qué le falta a la CMAT?

Lo primero, vencer todas esas reticencias, incluidas las de los que se podrían denominar nostálgicos de Neria, que aún siguen viendo este instrumento como un ataque directo, que contribuyó a derribar una asociación que sí había conseguido mejor esa parte de convertirse en representante identitario del territorio. Pero, sobre todo, le falta alcanzar un proyecto o una idea disruptiva que marque verdaderamente diferencias, algo así como la revolución que supuso en su día el Camino con Neria o más recientemente el Camiño dos Faros, que, solo con la ilusión de unos cuantos entusiastas, consigue traer miles de visitantes al año, a toda la comarca en su conjunto y también en épocas tradicionalmente de baja afluencia. Frente a ello, en la CMAT se hace mucho trabajo que no luce, no tienen una visibilidad externa y no permite que la gente vea la utilidad y el interés de la entidad. Si a ello se suma que para obtener más recursos también hay que aportarlos, va siendo hora de que todos decidan si apuestan o no por este sistema para el futuro.