El duelo tiende a lo práctico: nuevas tendencias funerarias

CARBALLO

ANA GARCIA

Especial Difuntos | Las empresas funerarias han detectado un cambio de tendencia en la demanda de servicios, sobre todo en lo relativo a horarios y comodidad

01 nov 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Los velatorios nocturnos han pasado a la historia. Ya son tan infrecuentes que se han convertido en una excepción en casi todos los tanatorios. El cierre se realiza con horario previo, lo que es cada vez más habitual, o «cando a xente marcha», según Carlos Costa, de la Funeraria Costa da Baio. El duelo tiende a lo práctico y cada año se hace un poco más cómodo para los deudos. Son pequeños cambios que ya han sido adoptados en las ciudades y que ahora van llegando a la zona. Eduardo Ramilo, de la Funeraria A Milagrosa, y Ramón Bello, de Funeraria Santa Marta, coinciden en que una de las principales novedades de este año es que se ha perdido la urgencia que genera la muerte. «Cando alguén morre nun hospital pola noite chaman para avisar, pero veñen pola mañá, xa ninguén ven inmediatamente», explica Ramón Bello. «A xente prefire estar tranquila na casa», dice Eduardo Ramilo.

Así las noches se dedican al descanso y al recogimiento en familia porque, al fin y al cabo, el duelo es un acto social y como tal requiere de organización y reglas y estas son las que se van implementando.

Otro cambio grande han sido los crematorios. Tanto Manuel Pombo, de Pompas Fúnebres Bergantiños; como Iván Amarelle, de Funeraria San Antonio, coinciden en que cada vez hay más incineraciones. «Crecen de forma exponencial», dice Iván Amarelle. Eso está dando lugar a que sean más frecuentes las ceremonias religiosas en los tanatorios. Cada vez son más los que ya no pasan por las iglesias para la misa de cuerpo presente.

El dinero es una cuestión que cada día preocupa más tanto a los empresarios como a los clientes. Manuel Pombo explica que se opta por la sencillez también en el diseño de las cajas, lo que abarata el coste «porque non teñen tantas molduras». Carlos Costa considera que desde la crisis económica el sector no se ha recuperado, pero lo cierto es que todos reconocen que la actitud ante la muerte ha cambiado de forma notable en la zona.

Collage como en las bodas y salas aconfesionales

Eduardo Ramilo, de A Milagrosa, se está planteando abrir una sala aconfesional en el tanatorio que tiene en A Silva, en Cerceda. El motivo es que se está encontrando con muchas personas, jóvenes y no tanto, que piden para su entierro actos laicos. De hecho, algunos de los que contratan los seguros llegan a concretar bastante. «Piden mesmo un collage como nas vodas», explica Eduardo Ramilo. Lo que más le llama la atención es el cambio de concepto que hay de la muerte.

De momento eso solo se nota en la contratación de nuevas pólizas, porque las ceremonias laicas siguen siendo muy raras, aunque las hay. Por ese motivo, las nuevas instalaciones ya solo tienen elementos religiosos que son fáciles de retirar. Se trata de que el mismo espacio pueda servir para distintos usos.

Otro cambio es referente a la exposición del fallecido. Ha mejorado el tratamiento de los cadáveres, pero cada vez son más los familiares que piden la caja cerrada. De hecho, la costumbre ya solo se mantiene en zonas rurales. Lo habitual ahora es que la gente empiece a sorprenderse por encontrarse con el ataúd abierto. Asimismo suele reducirse el gasto en flores y también en el servicio de autobuses.