11 oct 2019 . Actualizado a las 05:00 h.
Tres lustros después, el parador ya refleja su fachada sobre el Atlántico en las tardes soleadas. Aún le falta armar servicios interiores, como la cocina, cuya contratación se anuncia ahora. El gran barco está a punto de llegar a puerto, avanza aún como las grandes naves, despacio. El día que atraque se convertirá en la gran atracción del turismo de la Costa da Morte. Un motivo para visitar este gran balcón sobre el océano. Un esperado motor que pueda tirar el carro del sector en una comarca que va camino de quedar vaciada.