Superada la última crisis, en la que el sector de la construcción fue uno de los más perjudicados (y que provocó una emigración importante a Canarias y a otros destinos clásicos como Suiza, que lleva 60 años recibiendo más o menos trabajadores de la zona), ahora sus profesionales vuelven a estar muy demandados, sobre todo los cualificados. Así lo reflejan diversos indicadores, entre ellos el último informe de la Fundación Laboral de la Construcción, que facilita la Asociación Provincial de Empresarios de la Construcción de la Coruña.
En ese informe se detallaba que la fundación «tiene para el conjunto de Galicia más de 315 ofertas de empleo sin cubrir. Destacan sobre todo las relacionadas con la albañilería: 125 ofertas vigentes. Además, hay que destacar que en estos momentos solamente 29 de las 315 ofertas son para personal con baja cualificación. En cuanto a los puestos más difíciles de cubrir son los de capataz y encargado, puesto que el 90% de las mismas no han sido cubiertas después de 6 meses».
Pero esa demanda de personal cualificado no existe solo en Galicia, sino que desde Suiza, las empresas temporeras siguen reclamando profesionales de la zona, sobre todo oficiales de primera y encofradores. Así ocurre con Bautech, desde Basilea. Ni siquiera es necesario hablar alemán, un requisito básico para cualquier otro empleo. Lo que prima es la capacidad y la experiencia. Y también ayuda el prestigio de los trabajadores gallegos.