Mañana arrancan los días principales de la Romería Virxe da Barca en Muxía, declarada de Interés Turístico Nacional, si bien ya hay mucho movimiento en las jornadas previas
12 sep 2019 . Actualizado a las 05:00 h.Muxía vivirá este fin de semana sus días con la Romería Virxe da Barca. Desde el pasado jueves lleva habiendo novena, con varias misas todas las jornadas. No obstante, será a partir de mañana cuando devoción y fiesta se unan de la mano para atraer a miles de personas. Al programa de oficios religiosos le acompaña otro de música, tanto tradicional como moderna.
Comentaba ayer el gerente del albergue Bela Muxía, Ángel Castro, que son muchos los romeros que se dejan ver estos días por la localidad. Incluso más que en los últimos años. No está habiendo la misma afluencia de peregrinos, tanto del Camiño de Santiago como de la romería. Sobre estos últimos, se espera que se incrementen el fin de semana, con las grandes celebraciones.
Teresiña, de Portugal, llegó el lunes a Muxía haciendo el Camiño desde Ponte Lima, villa portuguesa, desde donde arrancó sola el pasado 16 de agosto. Es la quinta vez que escoge el santuario muxián como fin del trayecto. Dice que le parece un lugar «máxico»: «El ambiente es muy amigable. A mí me encanta Muxía». Ya fue a la novena y comenta que le gusta mucho el movimiento de personas que se ve estos días por la zona. Este año no se puede quedar a los días grandes de la romería por trabajo (regresa a casa mañana), pero asegura que acudirá el próximo año para vivirlos al máximo. El motivo que la lleva a completar el recorrido es para encontrarse consigo misma, explica.
La Virxe da Barca mantiene su poder de convocatoria por más que pasen los tiempos. Desde los más mayores hasta las nuevas generaciones siguen echándose al camino para cubrir a pie distancias de kilómetros, a veces por un espíritu de reunión y, otras, con ofrendas bien particulares. Esta romería es algo propio, algo que distingue a este municipio. Tal es el caso que está declarada de Interés Turístico Nacional. Hasta aquí se llegó conservando una esencia que, todavía hoy, sigue renovando gente joven. Por eso es preciso guardar la verdadera identidad.