Susana Gómez: «Me gusta jugar a hacer deporte»

Melissa Rodríguez
melissa rodríguez CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO

Atletas del Atlántico | La ceense afincada en Lanzarote rodó 24 horas en bicicleta en Cheste, Valencia, para visibilizar las enfermedades raras

26 ago 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

La ceense Susana Gómez Castiñeira (1974), aunque afincada en Lanzarote desde hace años, nos tiene acostumbrados a sus aventuras a través del deporte. Algunas de ellas fueron el Ultratrail Camiño dos Faros (más de 200 kilómetros por la Costa da Morte); la Iditarod, una de las pruebas de ultradistancia (565 kilómetros) en frío extremo más duras del mundo; Islandia en patinete; la Border to Border recorriendo en esquí de fondo 300 kilómetros de Finlandia (aprendiendo a esquiar en Lanzarote); la Rovaniemi en Laponia (ultramaratón de 150 kilómetros), y Ultreia Europa, nombre con el que bautizó a los 21 días en bici desde Noruega a Santiago. No obstante, la última que ha hecho es realmente especial.

Participó en el Campeonato de España de Ciclismo de ultrafondo 24 horas, celebrado el pasado 27 de julio en el circuito de Cheste (Valencia), para dar visibilidad a las enfermedades raras o minoritarias: «Tuve que centrarme en la competición pero en el sentido de ser capaz de rodar 24 horas, pues aunque compito en ciclismo, mi experiencia es limitada. Mi objetivo no era ese. Escogí esta cita para poder compartir un momento con los niños por los que lucho y para poder hacer una cobertura a través de redes sociales cómoda», explica.

Se refiere a Guille, Andrea, Nerea y Aitor, cuyas iniciales componen el nombre de su último proyecto: GANAS. La letra final corresponde a su nombre. No obstante, finalmente han sido nueve los jóvenes de distintos puntos de España por los que realizó este reto: «Durante los meses previos he estado cada semana colgando un vídeo en las redes, editado con la colaboración de varios colegios del municipio en el que vivo, hablando sobre algunas de las enfermedades raras que hay en el mundo. Se logró alcanzar a mucha gente y, finalmente, fueron 2.500 euros los que conseguimos recaudar para sus sesiones de fisioterapia a través de transferencias directas a distintas plataformas y mediante tazas que yo vendí entre mi gente», comenta. El objetivo siempre fue, dice, «difundir una realidad bastante desconocida para intentar que la gente aporte y que las instituciones dediquen su dinero a la investigación, porque sino esto no se cura nunca». Y se ha logrado, asegura.

Todo partió a raíz de su anterior aventura en bici cruzando Europa: «El presidente de la asociación Muévete por los que no pueden, Marcos, y su pareja, Minerva, vinieron a saludarme en un tramo del Camino antes de entrar en Galicia. Ahí conocí a una persona totalmente ciega, en el caso de ella, y a otra que está a punto de sucederle lo mismo, pero que tenían una vitalidad asombrosa. Minerva hizo media vuelta a España en bicicleta, entre otras aventuras. Me llegaron hasta el fondo», comienza relatando. «Y como cada año me ilusiono con un nuevo proyecto porque necesito ponerme objetivos para entrenar y viajar, pues vi cómo podía sumar deporte, viaje y una labor social para que mi sudor cobrase todo el sentido del mundo», añade.

La experiencia ha sido muy reconfortante, asegura: «Cada uno tiene una historia particular. Todos son diferentes pero tienen en común una familia detrás que les apoya al cien por cien, familias que luchan día a día porque su hijo no muera. Es increíble la fuerza que tienen. Esta gente no tiene cura y lo que te regala es su vitalidad. A mí me han dado energía y sonrisas, no pena. Te enseñan a valorar la vida». Destaca el caso de Nerea, la segunda niña más longeva de síndrome de Rett: «Tiene una vida limitada. A partir de los quince años puede morir en cualquier momento. Tiene diecisiete».

Futuro próximo

Susana ahora está trabajando y dice necesitar un proceso vacacional para plantearse nuevos proyectos. No obstante, ya avanza lo siguiente: «A lo mejor el año que viene me dedico a remar, no lo sé. Me gusta jugar a hacer deporte, esa es mi teoría de la vida».

Asegura que el hecho de ahora estar centrada en el ciclismo es cuestión de «procesos vitales» y «circunstancias»: «El correr implica más desgaste físico y las recuperaciones son distintas. Ya me hice vieja y no quiero fastidiar más mis articulaciones [ríe]. Viajar en bici hace que puedas hacer más kilómetros en menos tiempo. Soy una tipa bastante torpe en ese sentido pero tiene su encanto. Me gustan todos los deportes».