El cura de Cabaleiros, Manuel Chouciño, se sube a la Pedra Longa, de 13 metros de altura, para comprobar si tiene petroglifos
03 ago 2019 . Actualizado a las 08:41 h.Una pequeña legión de entusiastas del patrimonio local, tanto de manera individual como en agrupaciones de todo tipo, hace posible que se descubran, mantengan y den a conocer algunas de las joyas históricas de la comarca. Que, de otro modo, pasarían inadvertidas o quedarían en el olvido. Obviamente, el trabajo de algunos concellos también es crucial, pero no de todos: los hay que ponen gran interés en divulgar y proteger lo propio, frente a los que apenas dedican dinero o trabajo a estos temas.
Un buen ejemplo de ese trabajo entusiasta es el de Manuel Chouciño Pardo, cura de Cabaleiros, Bardaos y Gorgullos (Tordoia, al lado del límite con Carballo y Cerceda), nacido en Alicante, pero con padre y madre de Malpica. Hace poco tiempo, indagando en el pasado de sus parroquias, supo de la existencia de una publicación de 1926 que detallaba la posible existencia de petroglifos en lo alto de la Pedra Longa, una enorme mole granítica de Cabaleiros en un paraje espectacular a la que no se le ha prestado la atención debida. Así que quiso saber si era cierto o no. Ayer se subió a una grúa, junto a dos expertas, para comprobarlo, y en efecto: en el tope de esos 15 metros vio círculos y ciertas marcas «que se saen da normalidade, con liñas estrañas». El Concello de Tordoia dará traslado de la información a Patrimonio de la Xunta para que sus técnicos investiguen a fondo. El alcalde apoya totalmente la iniciativa, tanto la parte logística de ayer como todo lo que pueda suponer poner en valor el patrimonio tordoiés. El alcalde, Antonio Pereiro, estuvo ayer en Pedra Longa junto a los ediles Inés Santos y Marcos Fraga.
El párroco, bien sujeto por un arnés, trabajó sin descanso a once metros de altura cortando ranas de pino que no dejaban pasar y analizando toda la superficie. Recuerda a gente como Modesto García Quintáns, topógrafo jubilado al que se le deban muchos datos del patrimonio histórico de Dumbría. O a los numerosos colectivos (de todo tipo) de Cerqueda, Malpica, que batallaron hasta conseguir la limpieza y puesta en valor del castro de A Croa, con la colaboración del Concello de Malpica, al que pertenece el recinto, además de la creación de una carballeira. Manuel Gago ayudó en esta iniciativa, como hizo con el castro de Niñóns.
El colectivo A Rula ha hecho mucho por los petroglifos de Corme, lo mismo que Suso Lista. La entidad Apatrigal trabaja en varios frentes, y miembros de la directiva como la muxiana Carme Toba dedican mucho tiempo y esfuerzo a redescubrir, por ejemplo, albarizas. Senda Nova ha dado a conocer muchos parajes casi olvidados de la zona, labor a la que ayudan tantas andainas. No hay que dejar de lado a los concellos, sobre todo con los castros, especialmente A Laracha y Vimianzo.
La protección y promoción de la Pedra da Serpe sigue adelante
La Pedra da Serpe, situada en el lugar de Gondomil, en la parroquia de Corme Aldea, es el petroglifo más destacado de Galicia, y seguramente uno de los que más de Galicia. Hace ya más de un año, el Concello de Ponteceso anunció un ambicioso plan de promoción y protección que ya debería estar en marcha, pero se retrasó debido a las correcciones que hubo que hacer por indicaciones de la Xunta (accesos, aparcamientos...).
Las modificaciones se realizaron y ahora los cambios están más cerca. De momento, ha salvado la necesidad de someter todo el plan al largo y farragoso proceso de evaluación ambiental estratégica ordinaria, según acaba de publicar la Consellería de Medio Ambiente, esta semana, en el Diario Oficial de Galicia. Son meses que se ganan en un proceso ya retrasado, pero en todo caso tampoco significa que las obras vayan a llegar de un día para otro. Hay que aprobar un plan especial, que seguramente irá a pleno en septiembre, e integrar los cambios en el PXOM. Así que, hasta el año que viene, nada. Con todo, el alcalde de Ponteceso, Lois García Carballido, lo celebraba ayer como una buena noticia, porque el proyecto no se cae y se agiliza. Y la transformación ya es imparable: un parque temático, centro de interpretación que incluirá no solo la Pedra, sino los petroglifos descubiertos en Corme. El entorno quedará libre de vehículos. Habrá espacios de descanso, senderos, paneles, aparcamientos (en la zona de la playa de A Ermida, ya existente, y otro más cerca para personas con movilidad reducida), nuevos árboles, la recuperación de un camino. Además de dar a conocer todo el conjunto, uno de los más significativos de la Costa da Morte, la seguridad del monumento queda garantizada. No es la primera vez que se produce un accidente en sus inmediaciones.