El adiós al vino: un cambio de aires muy aplaudido por la mayoría de los vecinos de Cesullas

MARTA LÓPEZ / LORENA REY

CARBALLO

ANA GARCIA

San Fins do Castro | La tradición del vino es ya residual, pero lejos de restar público a la cita, la organización tiene récord de reservas de mesas para las meriendas en el campo

01 ago 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

«Xente que antes non viña de merenda, este ano animouse a reservar mesa porque o do viño xa non se fai». Así de tajante hablaba en RadioVoz Bergantiños Manuel Gil, miembro de la comisión de fiestas junto con José Ferreiro.

Los dos lucharon durante años «contra algo que viña prexudicando á romaría» y que no era aceptado «pola maioría dos romeiros», que querían simplemente disfrutar tranquilamente de un día de celebración en familia. Sin embargo, y pese a los que opinaban que este cambio de aires restaría afluencia a tan arraigada festividad, lo cierto es que acabó ocurriendo todo lo contrario. Y para prueba de ello, la enorme cantidad de reservas de mesas para las meriendas. «Dende que se poñen as mesas, nunca houbo tantas como este ano», confesó Gil, que quiso agradecer «a esa xuventude que recoñeceu que moito do que estaban facendo era rexeitado polos romeiros e optou por vir de merenda en vez de vir tirar o viño».

Ayer Manuel Gil y José Ferreiro daban los últimos retoques a un campo, ya sembrado de mesas y asientos, que comenzará a llenarse desde primera hora de la mañana. «Temos boa previsión de tempo, polo que dende as 10 xa comezará a chegar a xente», declaró Gil en RadioVoz.

Servirá la orquesta Paris de Noia como reclamo de cara a la verbena nocturna -un enorme esfuerzo que han podido hacer, en buena medida, gracias al nuevo rumbo que está cogiendo la romería- pero el peso durante el resto de la jornada lo llevarán los grupos y bandas de gaitas. «A música tradicional non pode faltar. Estamos nunha zona na que saíron gaiteiros moi recoñecidos e que xa tocaron moitos anos en San Fins. De feito, a gaita que aparece no cartel é no seu honor», comentaron los organizadores.

La tradición manda que un día como hoy el romero se acerque a la fuente, «faga as súas promesas e se lave a cara», pues estas aguas son «milagreiras» para las verrugas. Después, el buen romero ha de quedarse a la procesión y a la quema del Santo da Pólvora. Seguidamente, el momento más aguardado: el Berro Seco. «O ano pasado foi algo moderno [ri], pero desta vez xa o ensaiamos co novo cura», comenta Gil. Después, a comer y a disfrutar de la fiesta en un entorno inigualable.